En la rebatinga que se traen la 4T y el Frente Amplio para repartirse el poder en 2024, los senadores están jugando un papel interesante. Enroques como el de Jorge Carlos Ramírez Marín y Nancy de la Sierra demuestran que la Cámara Alta es vital en este último año de AMLO.

Los votos de cada grupo parlamentario permitirán alcanzar las mayorías calificadas e incluso las simples, para sacar iniciativas, presupuestos y hasta nombramientos, de ahí la inquietud de Palacio Nacional por arrebatar integrantes, como fue el caso de Jorge Carlos Ramírez Marín, quien después de décadas en el tricolor anunció su cambio de chaleco, para hacerlo guinda.

En el caso de ambos, los próximos días nos dirán qué fue lo que negociaron para abandonar o en su caso, regresar al Partido Revolucionario Institucional.

Ya en la rueda de prensa de ayer, Nancy de la Sierra reconoció que ambiciona la candidatura a la gubernatura en Puebla e incluso ironizó que no hay competencia con Lalo Rivera, por cuestión de género.

¿Qué habrán pensado personajes como Blanca Alcalá que se ha jugado hasta la camisa con su partido, incluso en los peores momentos de Alito?

¿Qué habrá pasado por la cabeza de figuras como Xitlalic Ceja, quien sólo apostilló en su cuenta de “X”, antes Twitter: “Creo que se me va a ir el internet por unos días”?

Por mucho que Nancy de la Sierra lance flores al PRI y diga que se desencantó de la 4T, que “Morena es el PRI que ya no queríamos en 2018” y sostenga que llega al partido a sumar activamente, pareciera que a sus compañeras y compañeros del tricolor no les pareció tan agradable este chapulineo.

Más allá de los saludos institucionales, ninguno de los priistas poblanos externó su beneplácito con la noticia, quizá porque se siguen preguntando: ¿qué negoció Nancy?, ¿Buscará la presidencia municipal de Puebla por el Frente?, ¿Tratará de garantizar su reelección en el Senado?

Seguramente que sus -ahora- compañeros de alianza como AnaTere, Mario Riestra, El Tigre Aguilar y hasta el propio Lalo Rivera, mirarán con recelo la incursión, de último minuto, de quien hasta hace unos meses les tundía a nivel nacional.

La buena noticia es que no tendremos que esperar muchos meses para conocer qué fue lo que les prometieron a Nancy de la Sierra y a Jorge Carlos Ramírez Marín, quien ayer mismo se dejó ver y querer, en el evento del PVEM con Claudia Sheinbaum.

Cuando veamos a ambos senadores con sus candidaturas bajo el brazo, las dudas habrán quedado disipadas.

Ayotzinapa, AMLO y los militares

Vaya enredo en el que se metió ayer el inquilino de Palacio Nacional cuando no tuvo empacho alguno en lavarle la cara al Ejército, justo a unas horas de que se conmemorara la matanza de Tlatelolco en 1968 y a unos días de que se reiterara la demanda para conocer dónde están los 43 normalistas de Ayotzinapa.

En el colmo del cinismo, el presidente además de revictimizar a los padres de los 43 soltó una frase de esas que bien podría aplicarse a sí mismo: “Ya basta de estar administrando el dolor de la gente, porque no se debe de utilizar el dolor del pueblo, no se puede estar engañando, hay que decir la verdad”.

En un país donde las masacres son continuas, los feminicidios la nota del día y la violencia está desatada bien cabe exigirle: ¡Ya basta de estar administrando el dolor de la gente!