La inauguración del Complejo Industrial Militar en Oriental nos refleja que con un poco de voluntad y dejando a un lado el ego, es posible darle uso al dinero público y evitar que millones de pesos terminen en la basura.

Resulta increíble el afán de ciertos gobernantes para destinar al ostracismo las obras de sus antecesores provocando con ello que el erario se desperdicie, por simples caprichos.

Ejemplos de este absurdo sobran. El caso de La Célula es uno de ellos, como también lo es, a nivel federal, el Aeropuerto de Texcoco y su cancelación.

Es por ello, que los diputados, nuevamente locales y federales, deberían tomar cartas en el asunto y legislar al respecto, para evitar que el dinero que ya se invirtió termine desperdiciado.

Mientras los diputados se ponen a trabajar, queda esperar a que más gobernantes salgan al rescate de grandes obras o inversiones, iniciadas en sexenios anteriores.

Regresando al caso de La Célula, Tony Gali tuvo la sensibilidad para encontrarle un uso y contó con el visto bueno de la federación para que hoy ese “elefante blanco” tenga un uso real y no sea dinero tirado a la basura, como en su momento resultó con Rafael Moreno Valle.

El Puerto Seco, que sí contó con estudios para su edificación en ese punto estratégico, servirá para la fabricación de armamento, vehículos y material de guerra, para uso exclusivo del Ejército Mexicano.

Foto: Especial
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Policías de Irene Olea evaden a la justicia

Alegando un error técnico de procedimiento, las y los imputados en el caso de las periodistas agredidas en Izúcar de Matamoros evadieron la primera audiencia.

Los uniformados están señalados de haber detenido, agredir y torturar a tres mujeres periodistas en el marco del 8-M, del año pasado.

Así, a casi un año de las agresiones, las víctimas siguen esperando que aquella mujer llamada justicia pronta y expedita, pase un día por el rumbo de Izúcar de Matamoros, donde la presidenta municipal, Irene Olea se ha desentendido del caso.