En la guerra de las encuestas, un reto para quienes buscan tener un termómetro que determine la verdadera temperatura política será darle una mayor o menor credibilidad, de acuerdo con su prestigio y la imparcialidad con la que le respalden sus respectivos estudios demoscópicos.
Un caso concreto para entrar a estos análisis y de ahí vaticinar un posible ganador lo tenemos en Puebla Capital.
Ahí la disparidad es notoria y las encuestas van desde un empate técnico, hasta una cómoda ventaja para el candidato morenista Pepe Chedraui.
En los últimos dos días, recibí los resultados de dos casas encuestadoras nacionales: Consulta Mitofsky y Buendía & Márquez, los cuales reflejan una amplia ventaja para Chedraui por encima de Mario Riestra.
En el caso de la encuestadora que dirige Roy Campos, esta le da 13 puntos de diferencia a Chedraui; 43.8 contra 30.4 de Riestra, con un 21% de indecisos.
En la de Buendía la distancia es mucho más amplia, dado que colocan a Pepe Chedraui en condición de 2 a 1 contra Mario Riestra, en donde el porcentaje de indecisos no alcanzaría a revertir la tendencia, aunque todos ellos votarán por la alianza PAN-PRI-PRD.
Si bien es cierto que la volatilidad del voto a tres meses de la elección es alta y que las tendencias estarán basadas en la inercia de la campaña para Presidente y Gobernador, también es un hecho que la percepción jugará un papel determinante en el proceso electoral, y sobre todo para el llamado Día D.
Datos concluyentes en los que coinciden ambas encuestadoras es en la intención de voto de los partidos, con más de dos dígitos de diferencia entre las dos principales alianzas, encabezando MORENA-Verde-PT, además de la ventaja de Pepe Chedraui sobre Mario Riestra, aunque aquí la disparidad en las diferencias es notoria, Mitofsky con 13 puntos y Buendía con más de 20.
Nacho y su ceguera
El rebelde sin causa fue apaciguado. Aunque por la mañana amenazó con “botar” su candidatura al Senado, por la noche tuvo que cambiar su discurso, eso sí, dejando en claro que es un tipo en el que no se puede confiar.
Nacho Mier continúa creyendo que es el legislador más cercano a López Obrador y que eso le da un estatus diferente. Lo que el aún diputado federal no ha querido ver, pese a las claras señales, es que no está en el ánimo de la candidata Claudia Sheinbaum, menos aún en el de Alejandro Armenta.
Como chivo en cristalería, Nacho Mier tuvo arrebatos llamando al boicot y a romper la unidad de Morena incluso contraviniendo los esfuerzos quirúrgicos de Alejandro Armenta, para evitar la desbandada con la designación de candidaturas.
La reunión de anoche demostró el verdadero valor de Nacho Mier en la recomposición de Morena, que él quiera o no verlo, es otra cosa.