El siguiente sexenio podríamos estrenar en Puebla una figura similar a un vicegobernador. Una persona que acumulará poder, presupuesto y hasta mando.
En el Congreso del estado avanza una reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública enviada por el Ejecutivo, en ella se amplían las atribuciones a los secretarios particulares del gobernador y se crea la Secretaría Particular.
La reforma al artículo 20, enviada el pasado viernes 15 de marzo, afirma que la persona titular de la Secretaría Particular será designada por el propio gobernador.
Además de coordinar las giras y la documentación del Poder Ejecutivo, podrá autorizar el anteproyecto de presupuesto de egresos de los órganos auxiliares y unidades administrativas que dependan directamente del gobernador.
Elaborará los manuales, es decir, dirá qué se debe y qué se puede hacer en las unidades administrativas de Recursos Humanos, Financieros, Materiales y Servicios Generales, del gobernador.
Entre otras cuestiones administrativas, también podrá aprobar desde licencias y nombramientos hasta las remociones de los titulares de las unidades administrativas del gobernador.
La reforma recuerda mucho la intentona de hacerle un traje a la medida a un exsecretario de Gobernación y así convertirlo en un Super Secretario. Un hombre del que dependiera desde la Secretaría de Gobernación hasta la Policía Auxiliar.
Aunque la iniciativa citada se apruebe en los próximos días, durante una sesión extraordinaria, la modificación no está pensada para aplicarse en lo que resta de esta administración, por ello la pregunta es obligada: ¿A quién ve usted en ese puesto si gana un candidato?, ¿Y si gana el otro?
¿Dinamarca en Puebla?
La donación de una decena de hospitales públicos del estado a la federación, para integrarlos al programa del IMSS- Bienestar, levanta dudas.
La principal es saber si con esto la atención y el servicio médico que reciben hoy sus pacientes será igual, mejor o peor que la que actualmente tienen.
Por citar sólo un ejemplo, durante la pandemia, el Hospital de Cholula con su reconversión, se transformó en uno de los centros de mayor atención de personas con Covid, carentes de seguridad social.
Es cierto que el sistema de salud pública en el estado tenía sus deficiencias, sin embargo, en muchas ocasiones resultaba más efectivo que dependencias federales como el ISSSTE o el propio IMSS.
De ahí que, guste o no, las sensibles comparaciones entre lo que estos 10 hospitales ofrecían hasta antes de su donación y el servicio que entregarán después de ella, serán obligadas.
¿Mejorarán o empeorarán?
Veremos y diremos.