Tierras de zacate con matorrales que se mantuvieron ociosas por siglos ahora se convertirán en el lugar donde miles de jóvenes habrán de enfrentar uno de los principales retos: concluir sus estudios universitarios.

Las áridas tierras olvidadas, donde difícilmente se podría cultivar maíz, se convirtieron en el principal proyecto de educación superior en lo que va del siglo XXI.

En menos de veinte meses se construyó un centro universitario que detonará el crecimiento de una de las juntas auxiliares que estaban en el olvido, San Pedro Zacachimalpa.

A la “Tierra del zacate”, donde viven 5 mil habitantes, llegará la comunidad universitaria de CU2, que este año constará de 4 mil estudiantes, pero para el año 2029 serán 20 mil universitarios.

En la ceremonia de ayer quedó demostrado cómo pueden trabajar unidos el gobierno estatal y la máxima casa de estudios, respetando la autonomía universitaria y anteponiendo el bienestar de los estudiantes.

El Ecocampus Valsequillo, conocido como Ciudad Universitaria 2 es un espacio construido para atender las necesidades de los tiempos modernos. Tecnología y sustentabilidad, son parte de sus características.

Los nuevos lobos son una generación diferente, que apuestan por la mezclilla, los tenis y los celulares, pero mantienen el mismo anhelo por aprender que los jesuitas, que usaban la toga como uniforme y se adoctrinaban con solemnidad, como nos recuerda el doctor Miguel Ángel Cuenya, reconocido investigador de la universidad, quien ha visto su crecimiento en los últimos 45 años.

El espacio aún alejado del centro de la capital vendrá a transformar Puebla y aunque dicen que son malas las comparaciones, el dinero invertido se aprovechó mejor que si se hubieran construido ciclopistas, ecoparques a la orilla de un río contaminado u otras obras de adorno.

Hay que reconocer que llegar al lugar en estos momentos resulta complicado. Es necesario realizar un trayecto de 30 minutos saliendo de Ciudad Universitaria 1, tomar la carretera a Valsequillo, que tiene un cuello de botella en San Francisco Totimehuacan y posteriormente avanzar unos kilómetros más. Pero la complejidad de la distancia, se disculpa con los rostros de ilusión de los nuevos universitarios.

Por ahora el paso más importante ya se dio, y es una obra que cambiará la vida de miles de poblanos.

Desde ayer, el imponente Lobo Universitario esculpido por Carlos Luna ruge vigoroso en la loma del nuevo campus de San Pedro Zacachimalpa.