Era septiembre de 1980 cuando un chamaco maravilló al mundo por su talento, sencillez y carisma.

Un zurdo y gordito con el número 34 en la franela de los Dodgers nos hizo vivir quizá los mejores momentos que cualquier aficionado al béisbol en México haya experimentado.

Recuerdo que llevaba 6 victorias invicto, y que iba por una más. Esa noche fue anunciado por el canal 4 que no se veía en Puebla. Mi papá, con esa pasión por los deportes que me heredó, no dudó en decirnos: ya pedí prestada una tele portátil para ir a verlo a México porque aquí no llegará la señal.

Era una de esas televisiones en blanco y negro con una pantalla del tamaño de un celular actual, que se conectaban al encendedor del coche y que se sintonizaban como un radio de onda corta. Así fue como en la caseta de Chalco —a donde ya llegaba la señal— vimos ganar al toro de Etchohuaquila, Sonora su octava victoria consecutiva sin derrota en la temporada de su debut.

Tenía 12 años y desde ahí me hice fanático a muerte de los Dodgers. Unos meses después, lo vimos ganar la serie mundial, brillar en el juego de estrellas y hacerse del trofeo Cy Young y de paso del de novato del año. Sin duda, el más grande pelotero mexicano de la historia. QEPD.

Apuestan Morena y Armenta a la verdadera izquierda

El próximo sábado 16 de noviembre, en pleno puente revolucionario, sesionará el Consejo Estatal de Morena, para elegir a la persona que sustituirá a Olga Lucía Romero Garci-Crespo.

Apenas se conoció la fecha de la renovación y los oportunistas de siempre comenzaron a manejar nombres. Algunos sonaban más a broma porque ni con Nacho Mier quedaron bien.

Hasta este miércoles todo indica que el sucesor de Olga será un hombre. Se trataría de uno de los personajes más leales a Alejandro Armenta. La relación entre ambos inició años atrás con su padre, Horacio Gaspar Lima, un político que soñaba con el socialismo y fue el fundador de La Casa de Rusia.

Pavel Gaspar Ramírez, actual diputado local por la región mixteca, ha sido visitado en los últimos días por consejeros estatales y no precisamente para asuntos de gestión, sino para manifestarle su respaldo.

Gaspar Ramírez fue uno de los operadores del gobernador electo y un colaborador cercano en el Senado de la República.

Dicen que sólo faltan algunos detalles para terminar de planchar el nombre y así lograr el beneplácito de la mayoría de los consejeros, para posteriormente tener una candidatura de unidad, que durará hasta el 2027.

Al parecer en Morena aprendieron la lección de no dejarle el control a la derecha como lo hizo el PRD que desapareció después de que estuvo a punto de gobernar al país en 2006.

Ahora habrá que ver si logran el famoso consenso, imponen la disciplina partidaria o de plano se dan los ambiciosos jaloneos.