Lejos de reconocer el esfuerzo, trabajo y dignidad de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que anunciaron su renuncia, Fernández Noroña y Claudia Sheinbaum se dedicaron a desvirtuar una de las decisiones más valientes que tomaron los togados.
En el colmo del cinismo, la presidenta utilizó La Mañanera del Pueblo, que se transmite en cadena nacional, para desacreditar la dignidad y valentía de los ministros asegurando que el anuncio de sus renuncias tenía que ver con los recursos que obtendrían en caso de presentarlas antes de diciembre.
Como si cobrar lo que por ley te corresponde fuera un delito, Noroña insistió por la tarde, en el Senado, sobre el tema y fue más allá: sin decirlo, llamó rateros a los ministros, al asegurar que se llevarían “alforjas llenas”.
Y es aquí donde vemos nuevamente el uso de la desinformación como arma propagandística en contra de los ministros de la SCJN. Primero, es obvio que no saldrán con “alforjas llenas” y lo más delicado, solamente estarán recibiendo las prestaciones que sus empleos actualmente les dan.
Podemos considerar que es mucho, que darles seguro de vida, fondo de ahorro, compensaciones y otros conceptos es exagerado, pero está en la ley. Hasta hoy, eso dice su contrato.
Y aunque a Morena le fascina ignorar la ley, lo cierto es que, en México, los derechos laborales ganados no pueden ser reducidos y menos rescindidos. Es decir, si usted como trabajador fue contratado con prestaciones como vales de despensa, no es legal que años después se los retiren. A menos, claro, que haya un común acuerdo de por medio.
Aquí entramos en la mentira y el cinismo de la presidenta. Desde el inicio, Sheinbaum Pardo se ha cansado de repetir que la Reforma Judicial no afectaría ni trastocaría los derechos laborales de los trabajadores del Poder Judicial… Tres Dóritos después, ventila las prestaciones -insisto excesivas o no- a las que podrán hacerse acreedores los ministros de la Suprema en caso de renunciar antes de que acabe el periodo, para el cual fueron electos.
Noroña, borracho de poder, soltó frases que sólo se pronuncian en Estados totalitarios, como la amenaza, poco velada, de no aprobar las renuncias de los ocho ministros que han antepuesto su dignidad al circo en el que quieren convertir al Poder Judicial.
Es difícil pedirles a los fanáticos de la 4T que puedan separar su postura inamovible a favor de la Reforma Judicial, incluso cayendo en desacato, como actualmente sucede; pero donde creo que todos podemos coincidir es que las pensiones, prestaciones laborales y el reconocimiento a la dignidad, son más que merecidos.
Si atropellan los derechos laborales de quienes tienen los micrófonos y las cámaras abiertas, ¿qué futuro le espera al resto de los trabajadores del Poder Judicial?