Tras la presentación de los resultados del Censo Agropecuario 2022, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reveló que, pese a que continúa predominando el nivel primaria entre los productores dedicados al campo, pues redujo de 53.1 a 45.6 por ciento entre 2007 y 2022. Además, destacó un aumento en el nivel secundaria, de 16 por ciento a 28.1 por ciento en 2022.
La mayoría de los hijos e hijas de los productores continúan, incluso, su escolaridad hasta bachillerato o preparatoria, aumentando durante los últimos años de 4.4 a 9.6 por ciento.
El Inegi, señaló que la mano de obra en actividades agropecuarias o forestales de las unidades de producción fue de 363 mil 286 personas, de la cual 282 mil 563 se refiere a hombres, lo que equivale 77.8 por ciento, mientras que 80 mil 723 son mujeres, es decir, 22.2 por ciento.
Sin embargo al comparar la mano de obra femenina con el Censo Agropecuario 2007, hubo 26 por ciento de participación. Durante los últimos años el involucramiento de las mujeres en las labores agropecuarias y del campo ha disminuido en poco menos de 4 por ciento.
También se detalló que las unidades de producción agropecuaria activas contaron con 223 mil 778 hectáreas de superficie sembrada, y 4 mil 583 no sembradas. De estas últimas, 3 mil 213 hectáreas eran superficie en descanso y el resto (mil 370 hectáreas), superficie no sembrada por mal temporal, por falta de crédito, por enfermedad, por falta de dinero o apoyos o porque no hubo quien la sembrara entre otras causas.
La superficie promedio, por unidad de producción activa, es de 2.7 hectáreas. En el Censo Agropecuario 2007, el promedio fue de 2.9 hectáreas; es decir, en 2022, las unidades de producción fueron más pequeñas, en promedio.
En cuanto a unidades de producción propiedad de una persona física, 84.5 por ciento tenía una superficie hasta de cinco hectáreas y 15.5 por ciento, una superficie mayor.
Los problemas comunes que percibieron las y los productores agropecuarios durante 2022, fueron: altos costos de insumos y servicios, con 89.3 por ciento, factores climáticos, con 88.8 por ciento; inseguridad, con 49.7 por ciento; baja de precios o disminución de ventas a causa de la pandemia de Covid-19, con 44.4 por ciento, pérdida de fertilidad del suelo, con 34.6 por ciento y factores bilógicos, con 25.2 por ciento.