En entrevista, luego de que la exdiputada federal, Adriana Dávila, “levantara la mano” para el CEN del PAN, la dirigente en Tlaxcala, Miriam Martínez, sostuvo que lo ideal es una evaluación interna y no exigir renuncias en las cúpulas.
Destacó que antes de que una tlaxcalteca “levante la mano” para dirigir a nivel nacional al partido, primero se requiere concluir el proceso de elección para pensar en un cambio.
Tras haber perdido municipios como Apizaco, la líder estatal del blanquiazul, señaló que ya se está realizando una evaluación interna, junto con consejos, comités, y militancias, adelantando que visitarán los municipios para entablar diálogos sobre la evaluación del partido.
Aseguró que el pasado dos de junio existieron en las elecciones diversas irregularidades que se presentaron públicamente, e incluso, no dudo que existieran traiciones y simulación, por lo que no descartó posibles sanciones o expulsiones al interior del partido, para “poner orden”.
Confió que aún existirán dentro del Congreso del Estado y la próxima legislatura “aliados”, para evidenciar irregularidades internas expuestas sus por representantes de otros partidos opositores.
Y es que en días pasados el diputado panista José Gilberto Temoltzin pidió la renovación de la dirigente estatal, por lo que Miriam Martínez pidió no mezclar intereses personales con el partido.
“Entiendo que tengan un problema con la dirigencia estatal y hasta personales conmigo, pero no con la militancia ni con el partido que les dio una pluri tres veces”.
Sobre las críticas en contra de su candidatura a diputada local plurinominal, aseguró que ésta se dio de manera democrática y con apego a los lineamientos panistas.