Vaya conflicto de interés el que se vivió la semana pasada en plenas negociaciones de maestros, trabajadores de la educación y autoridades de la SEPE para la mejora del transporte, la cual terminó con saldo favorable para los empleados de la educación.
Y es que mientras estaba el estira y afloja con reuniones privadas, un reconocido periodista y a la vez alto funcionario de la SEPE tuvo la puntada de transmitir vía redes sociales en exclusiva la negociación para su propio medio.
Para sumarle una raya más al tigre, el vivo sólo fue interrumpido cuando el flamante funcionario recibió los evidentes reclamos de la prensa y cuentan en los corrillos de la SEPE que hasta llamó a varios portales para que no la hicieran más de jamón.
Y a todo esto, dos preguntas obvias: ¿sabrá el titular de la SEPE, Homero Meneses Hernández, la metida de pata de su propia gente de confianza y, de ser así, habrá castigos para conductas evidentemente ventajosas? (LS)
Rubén Terán y los dados cargados
Quien se encontraría en el ojo del huracán es el diputado morenista y líder de la Junta de Coordinación y Concertación Política del Congreso, Rubén Terán Águila, de quien se cuenta, tendría familiares trabajando en el ayuntamiento de Teolocholco, de donde es oriundo.
Entre los corrillos del ayuntamiento se cuenta que varios integrantes de su familia estarían laborando en la Comuna, ante reclamos de extrabajadores quienes acusan presuntos favoritismos para el morenista.
El tema ya llegó al propio Congreso, sin embargo, parecería que no inmuta al propio legislador local, quien ante los señalamientos de la prensa únicamente afirmó que sus “familiares no se meten en política”.
Tal parece que aquello de no afirmar ni negar las versiones, sino todo lo contario es una práctica afianzada hasta la médula de Morena, ¡vaya Cuarta Transformación! (LS)
Transportistas frenan al Polibús
Como por arte de magia la operación del tan esperado Polibús fue retirada por la presunta falta de permisos otorgados por la Secretaría de Movilidad, con lo cual la comunidad de la Universidad Politécnica de Tlaxcala (UPTx) quedó como el chinito, “nomás milando”.
De manera extraña la suspensión del permiso sucedió pese a que el propio alcalde capitalino Jorge Corichi Fragoso ya había dado el banderazo de salida.
Es más, la medida vino como anillo al dedo para los concesionarios del transporte, quienes habrían advertido que no dejarían operar los autobuses.
¿Será que al gremio transportista le llegó atrasado su regalo de Navidad? (LS)