Y es que tan sólo en las dos escuelas, donde se implementaron estos nuevos espacios para darle una alimentación de calidad a los alumnos, se detectó que un 30 por ciento de los alumnos padece obesidad y un cinco por ciento sufre desnutrición.
Previo a su Segundo Informe de Labores, a realizarse este día, Liliana Ortiz de Rivera destacó que el proyecto de los desayunadores escolares ha sido uno de los proyectos más emblemáticos de la actual administración porque se atiende de fondo el problema alimentario que aún se padece en escuelas de la capital.
“Nunca más en estas escuelas veremos a nuestros niños y niñas con hambre y comiendo a la intemperie, al contrario, alimentos sanos y más adecuados que fomenten su mejor aprendizaje en sus estudios.”
Ortiz de Rivera destacó que, de acuerdo al diagnóstico aplicado en las escuelas José López Portillo y Juan José Martínez Amaro, de La Resurrección y San Ramón, respectivamente, el 30 por ciento de los alumnos tiene obesidad o sobre peso, situación que se repite en la mayoría de las escuelas del municipio.
Explicó que el estudio también estableció que por lo menos entre 5 y 11 por ciento de estas instituciones educativas presentan problemas de desnutrición en menores de edad, mientras que el 65 por ciento tiene un desarrollo nutricio normal.
La presidenta del DIF municipal resaltó que parte fundamental de los resultados, obtenidos en los dos últimos años al frente de la dependencia, es la construcción de desayunadores escolares, mismos que ya se vieron rebasados en las metas establecidas desde el inicio, por lo que no descartó que este año se cierre con por lo menos 60 de estos espacios.
Señaló que con este programa se fortalece a la capital poblana en materia de infancia, ya que se abona para que la niñez goce de derechos como una vida mejor, la alimentación y la salud.
El programa Dignificación de Desayunadores convierte a sus usuarios ―los niños y niñas de Puebla― en las y los grandes promotores de la educación alimentaria dentro de su casa, pues lo que aprenden en la escuela lo comparten con sus padres en su hogar y juntos generan un cambio cultural que impacta en su comunidad inmediata y que trasciende al resto de la sociedad.
En la junta auxiliar de La Resurrección se construyó un desayunador en el orden de 500 mil pesos, de los cuales 172 mil pesos fueron donados por el Sorteo de la UAP, y beneficia a un total de 219 alumnos.
En tanto, en San Ramón Castillotla se construyó el desayunador número 55, con una inversión de casi 90 mil pesos, de los cuales el Colegio de Notarios de Puebla aportó 56 mil pesos, en beneficio de 300 alumnos.