Si la fe "mueve montañas", la devoción Mariana de los migrantes quiere romper las barreras del racismo para mejorar las condiciones de vida de personas que nacieron en otras ciudades, pero buscan trabajo y reencontrarse con sus seres queridos; este es el gran sueño de los "lupitos" y "lupitas" que llevan en todo lo alto la Antorcha Guadalupana.

Este martes 27, arribó el grupo de guadalupanos a Puebla con un espíritu inquebrantable, con la ilusión de santiguarse y presenciar los santos oficios en la Parroquia de la Asunción, después de correr con su antorcha, imágenes de la Virgen de Guadalupe y San Juan Diego.

Los parroquianos recibieron a los peregrinos en su templo de la 45 Norte 206, de la colonia Aquiles Serdán, con un entusiasmo festivo por ver a jóvenes y adultos, propagando el cristianismo por territorio estatal.

El contingente recorrió San Bernabé, Izúcar de Matamoros, Atlixco y Ocoyucan en busca de generar una conciencia humanitaria a favor de los migrantes.

En las puertas del templo el párroco, Manuel Romero Cagigal, recibió a los fervientes guadalupanos como el padre cuando recibe a sus hijos con los brazos extendidos para colmarlos de bendiciones.

Además, el también coordinador de la Comisión de Movilidad Humana de la Arquidiócesis de Puebla, pidió porque se haga realidad la comunicación entre las familias dividas por la migración.