El Hotel Crowne Plaza, hoy conocido como Presidente Intercontinental, fue sede de un encuentro histórico en 1995.
El entonces gobernador de Puebla, Manuel Bartlett, trajo a su maestro Ignacio Burgoa Orihuela para impartir una conferencia magistral con el tema: “El Amparo en México”.
En esa ocasión Burgoa Orihuela estableció que el Amparo era la herramienta base para evitar un estado autoritario, un escudo ante el enorme riesgo de que las autoridades decidieron imponer el peso de la ley sin sustento.
Uno de los mejores juristas del siglo pasado dio cátedra de lo que representa el Amparo. Desde Puebla, destacó la importancia de preservarlo en México, como una forma de defensa ante los abusos de la autoridad y recalcó que debía prevalecer como una de las principales garantías de los ciudadanos.
Ahí, en el conocido hotel del bulevar Hermanos Serdán, políticos, jueces y magistrados poblanos lo escuchaban atentos y asentían ante sus argumentos.
Bartlett entonces presumía a su maestro, quien lo llamaba por su nombre, “Manuel”, y el político hoy obradorista, recalcaba lo importante que era respetar la Carta Magna.
Hace tres décadas, cuando el PRI aún era el partido hegemónico en el poder, se logró comprender que ante la posibilidad de que un hombre abusara del cargo, era necesario darles a los ciudadanos herramientas de defensa, al menos las mínimas.
Por desgracia, esta semana en el Senado, ese pequeño escudo, junto con otras garantías, se esfumó.
Casi treinta años después de la anécdota que hoy les cuento, en el Senado de la República se aprobó una reforma que va en contrasentido, un franco retroceso y una clara acción de los gobiernos autoritarios.
Es así de claro, aunque esto moleste a la mayoría de los morenistas.
Arropan a Rosiceli
Tras los ataques misóginos de Alberto Roa Benítez, candidato a la presidencia municipal de Tlahuapan por el Partido del Trabajo (PT), el priismo salió en defensa de su candidata, Rosiceli Díaz.
Fue el propio Néstor Camarillo quien adelantó que el equipo jurídico del tricolor presentará la denuncia por violencia política en razón de género.
Rosiceli Díaz Hernández busca la reelección de un municipio que goza de atractivos turísticos como el avistamiento de luciérnagas y el corte de árboles de navidad.
Deberán ser los propios pobladores quienes con su voto refrenden o castiguen a quien desde hace tres años los gobierna. Las ofensas de Alberto Roa sólo lo dibujan de cuerpo entero.
Ni más ni menos.