El titular de la División de Neurociencias del Centro de Investigación Biomédica de Occidente (CIBO) del IMSS, Ignacio González Burgos, señaló que el adulto mayor es capaz de valerse por sí mismo, “por eso promovemos el envejecimiento activo”.

Indicó que el envejecimiento es un deterioro natural y progresivo del sistema nervioso y del organismo en general, “pero esta etapa de la vida no tiene por qué estar condicionada a la aparición de enfermedades”.

El investigador del IMSS en Jalisco añadió que las primeras manifestaciones del envejecimiento como tal pueden ser la pérdida de los reflejos del movimiento y las dificultades de retención o memoria, que al principio pueden darse de manera sutil.

Indicó que el hecho de lograr un envejecimiento exitoso dependerá de algunos factores, “como la susceptibilidad genética, el bienestar social independiente de si es habitante de una zona urbana o rural e incluso del estado económico”.

Señaló que aunque en países como México existe un atraso notable social y cultural para el abordaje de los adultos mayores, existen instituciones como el IMSS que cuenta con estrategias para la inclusión y el bienestar social del adulto mayor sin dejar de lado la vigilancia en sus estados de salud.

Manifestó que en el IMSS Jalisco se cuenta con un padrón de 255 mil 727 mujeres derechohabientes mayores de 60 años de edad, y de 224 mil 782 varones en igual grupo.

Expuso que el IMSS en esta entidad cuenta con el programa denominado Envejecimiento Activo, que se lleva a cabo en 32 unidades de medicina familiar que cuenta con áreas de Trabajo Social.

Expresó que la estrategia consiste en impartir pláticas de orientación en cuatro sesiones, donde se abordan temáticas como actividad física, alimentación saludable, entrenamiento de memoria, autocuidado de la salud, incremento de las relaciones sociales y el envejecimiento como tal diferenciado en el hombre y la mujer.

Explicó que para efectos de la activación física, los derechohabientes son derivados a los Centros de Seguridad Social (CSS) para la práctica de ejercicio.

“Cualquier derechohabiente mayor de 60 años puede integrarse al programa Envejecimiento Activo, y acercarse al área de Trabajo Social de la clínica que le corresponde”, dijo.