Ninguna obra se hizo para mejorar la comunicación y —lo que es peor— se presume la entrega una carretera para comunicar a Zautla con Xochiapulco que nunca se hizo. Además, en la fecha clave las piezas del museo de este último municipio no estaban presentes por ser parte de la exposición itinerante de los símbolos de la gesta heroica. Tampoco llegaron las autoridades estatales para acompañarlos en las ceremonias.
En el panteón de Zacapoaxtla está la tumba de Ramón Vergara, quien fue el abanderado del histórico batallón que luchó el 5 de Mayo. Las flores que fueron puestas apenas el 25 de abril están secas porque en este municipio serrano no ha llovido. En la lápida está la foto del héroe, que fue recordado por sus paisanos y olvidado por los demás.
En Xochiapulco, los habitantes de este lugar están indignados, el museo de sitio que tenían en su comunidad fue prácticamente saqueado, todas las reliquias históricas que ahí se encontraban son las que ahora forman parte de la exposición 5 de Mayo, y temen que nunca más las vuelvan a ver.
Al igual que en Zacapoaxtla, las tumbas de los héroes que combatieron a los invasores están olvidadas, ante la fría mirada de la autoridad estatal que derrochó recursos para un frívolo festejo gubernamental.