El retiro de Benedicto XVI del pontificado causó sorpresa en el mundo, pero rápido quedó superada para dar paso a la expectativa de la sucesión y la probabilidad, incluso, de que un mexicano encabece el Vaticano.
Para seis de cada 10 creyentes, un mexicano tiene posibilidades de ocupar la silla de San Pedro pero también destacan que quien sea designado en el Consistorio Vaticano debe caracterizarse por su juventud, pensamiento liberal, cercanía con la gente y virtudes como la humildad, la inteligencia y la carisma.
Ante la prevalencia de papas surgidos de Europa, quienes han ocupado la silla papal en 241 ocasiones, los encuestados piensan que es momento de cambiar ese perfil y 60 de cada 100 ven con buenos ojos que el próximo representante del catolicismo sea de origen latino.
En la espera del cónclave en el que se elegirá al sustito de Joseph Aloisius Ratzinger, los mexicanos opinan que la renuncia al papado fortalecerá a la Iglesia católica y la atribuyen a decisión personal del prelado alemán, exponen los resultados de una encuesta de Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE).
La relevancia que los feligreses otorgan a la sucesión y sus expectativas queda reflejada cuando 62.5 por ciento de los consultados indicó que le gustaría ver a un mexicano en el Vaticano y 44.6 por ciento de las preferencias marcan al cardenal Norberto Rivera como la opción más viable.
Le siguen Juan Sandoval Íñiguez con 18.1 por ciento de aprobación, José de Jesús Aguilar suma 9.1, mientras que Francisco Robles tiene 8.2 por ciento de las simpatías.
En el consejo cardenalicio para elegir al nuevo papa también cabe la posibilidad de que el pontífice no sea latino ni anglosajón, y se opte por un africano, situación en la que estarían de acuerdo 57 de cada 100 interrogados, aunque 15 la considerarían como “fuerte” y algo nunca visto en la Santa Sede.
No obstante, nueve respondieron que esa probabilidad lo tendría inquieto, uno se fue al extremo y manifestó estar “totalmente” en contra, pero a ocho les dio igual. El resto prefirió el “no sé”.
El trabajo realizado por GCE/Kaleydoscopio.mx expone que más allá de la nacionalidad o la constitución física del futuro líder de la Iglesia católica, los mexicanos coincidieron que debe tener diversas características.
Las virtudes y los valores señalados fueron: ser de pensamiento liberal (para 10 de cada centenar), profesar la humildad (9), ser un papa cercano a la gente (9). También indicaron que otras características son estar preparado (6.9), tener fuerza física, liderazgo, tolerancia y espíritu de justicia.
En menor medida los participantes tomaron en cuenta ser bilingüe (3.2) por los viajes que realiza, teólogo, buen orador, incluyente y —finalmente— guapo.
En cuanto a lo que sucederá con la Iglesia católica tras la renuncia de Ratzinger, 45.5 por ciento de los entrevistados a nivel nacional fue optimista al señalar que se fortalecerá, 28.7 opinó que entrará en crisis, y 25 por ciento omitió respuesta.
Respecto a la renuncia del papa Benedicto XVI, 30 cada 100 indicaron estar muy de acuerdo y 28 de cada 100 mencionaron que aprueba “algo” la acción.
Por el contario, 11.5 por ciento desaprobó la decisión de Ratzinger, 6.7 manifestó estar “muy en contra” y a 4 de cada 100 les da igual.
El anuncio de Benedicto XVI sobre la separación de su pontificado, que fue noticia de ocho columnas, sorprendió a todo el mundo y los mexicanos no estuvieron exentos, ya que 85 por ciento dijo conocer la renuncia.
De más de 83 por ciento de la población consultada, que se dijo ser más cercana al catolicismo respecto a otra religión, 75 por ciento afirmó que los motivos que dio Ratzinger son válidos, aunque para 18 por ciento no son aceptables.
A la pregunta: “¿Usted cree que la renuncia del papa fue una decisión propia y en libertad o atendió a presiones internas e intereses de la Iglesia?”, 46 por ciento optó por la primera premisa, mientras que 40.6 indicó que fue la segunda.
En términos generales, y conociendo el legado que dejó su antecesor, el papa Juan Pablo II, Benedicto XVI ha realizado un trabajo menos visible que el pontífice de origen polaco.
En este sentido, 28.3 por ciento argumentó que la labor de Ratzinger es “peor” y 4.6 lo calificó como “muy malo”, pero 23.7 aseguró que es mejor su trabajo, 3.6 aseveró que es superior al de su antecesor mientras que 24.4 por ciento no respondió.
De las opiniones vertidas en este estudio de GCE/Kaleydoscopio.mx, 82.5 por ciento de los entrevistados afirmó ser católico, en tanto que 6.8 se definió como cristiano, y 1.3 agnóstico.
Además, 1.1 de los consultados dijo ser testigo de Jehová, 0.7 ateo, 0.3 mormón, 0.2 budista y 0.01 judío.