Ante productores de la granja Madre San Juan Cuauhtémoc, en el municipio de Santa Rita Tlahuapan, el funcionario del Gobierno de la República dijo que la acuacultura es una de las opciones más importantes en la estrategia de la Cruzada Nacional contra el Hambre que encabeza el presidente Enrique Peña Nieto.
Jiménez Merino describió que el potencial del estado de Puebla está a la vista pues la granja más grande del país, la Xaulín, se encuentra en San Baltazar Atlimeyaya, en el municipio de Tianguismanalco.
Con el apoyo de la Sagarpa, agregó, en San Juan Cuauhtémoc se instaló un laboratorio para reproducción de trucha, en el que la fertilización se realiza in vitro. A los productores se les dio capacitación para desarrollar el proceso que se efectúa en incubadoras con movimiento, para que no se generen hongos y así evitar que muera la cría. Los procesos de desarrollo de la trucha dentro de las granjas son huevo, cría, alevín y estanques de engorda.
La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación está apoyando, a través de programas de concurrencia, la instalación de laboratorios de reproducción en Puebla, ya que actualmente ésta no es suficiente para surtir la demanda que hay en la entidad, pues hay un sólo importador, lo que en sí mismo representa una oportunidad de mercado para los trucheros poblanos, describió el delegado de la Sagarpa.
Producción y consumo
Sobre el consumo, en donde hay otra oportunidad de agronegocio, refirió que en comparación con los 19 kilos de pescado que se consumen por persona a nivel mundial cada año, Puebla está todavía muy por debajo pero con un alto potencial, pues actualmente el promedio del estado es de alrededor de 4 kilos de pescado per cápita.
Jiménez Merino resaltó que la entidad cuenta con 196 granjas registradas ante la Sagarpa e incluidas en el Registro Nacional Pesquero, cuya producción se ocupa principalmente para la venta y consumo directo, pero también en huevo y cría para su reproducción.
En tanto, los productores de trucha de la región informaron al delegado federal que, ante los embates que actualmente sufre su mercado, debido a que el proveedor-importador —el único de la zona— dejó de distribuir ova a las granjas poblanas, se comenzaron a realizar alianzas entre los trucheros poblanos para producir ova criolla de alta calidad, lo que les permite generar una oportunidad mayor de mercado e ingresos adicionales.
Cabe señalar que la mayor parte de la producción truchera en el estado se origina en el municipio de Tianguismanalco, seguido de Huauchinango, Zacatlán, Chilchota, Quimixtlán y Santa Rita Tlahuapan, convirtiéndose así en los actores principales de esta rama de la acuacultura en la entidad.
El delegado de la Sagarpa describió que 50 por ciento de la producción se utiliza para la comercialización hacia diferentes estados del país, principalmente para la zona de Veracruz, Estado de México, Hidalgo y Oaxaca, por lo que Puebla es considerada una de las principales proveedoras a nivel nacional.
Resaltó que a partir del 1 de enero del próximo año, la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) ejercerá un presupuesto de 3 mil 212.8 millones de pesos para incentivar la producción sustentable y el consumo de pescados y mariscos en el país.
Recordó que, en este contexto, recientemente el responsable de la política pesquera y acuícola del país, Mario Aguilar Sánchez, informó que estos recursos —aprobados en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2014 por la Cámara de Diputados federal— reforzarán la nueva etapa de crecimiento y desarrollo que emprenderá la Conapesca.
Además, dijo que el comisionado Aguilar Sánchez anunció que los recursos se aplicarán en cuatro componentes centrales: “Impulso a la capitalización pesquera y acuícola, integración productiva y comercial pesquera y acuícola, ordenamiento pesquero y acuícola integral y sustentable, así como fomento al consumo de productos pesqueros y acuícolas”.
Por ello, dijo Alberto Jiménez Merino, “los recursos disponibles permitirán activar esquemas productivos para el desarrollo estratégico de la acuacultura y el aumento del consumo de productos pesqueros y acuícolas, los cuales contribuirán a impulsar la producción agroalimentaria y reforzar las políticas públicas del Gobierno de la República para garantizar la seguridad alimentaria”.