El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, ante el altar de la Virgen de Guadalupe, hizo un llamado a los católicos poblanos a rechazar la injusticia, egoísmo e indiferencia, además de pedir que haya paz y encomendar a Puebla a la Guadalupana.

Como cada 12 de febrero, con fe, miles de poblanos guadalupanos  llegaron al cerro del Tepeyac sin importar la lluvia y el frio de la madrugada, pidiendo a la Virgen de Guadalupe que se termine la violencia que se vive en el país.

Los poblanos invadieron la basílica de Guadalupe con estandartes, una imagen monumental de la Virgen hecha con flores de la región de Atlixco, todo el templo mariano lleno de fieles; algunos llegaron en la madrugada, después de caminar hasta una semana, otros salieron en bicicleta el lunes por la tarde, o incluso antes.

Desde el lunes, los católicos de Puebla se hicieron presentes en el santuario católico más visitado de América, para que durante la misa de las 11 de la mañana, que ofició el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa, ante poco más de 20 mil guadalupanos de todo el estado.

La capital del país, a lo largo de la calzada Zaragoza, se vio invadida por los poblanos de todos los estratos sociales que llegaban a pie, en bicicleta, en camiones de carga, en autobuses de tercera y los de gran turismo.

Sin embargo, al interior del templo mariano se olvidaron las clases sociales y el himno de los guadalupanos se escuchaba en todos los rincones: “Desde el cielo una hermosa mañana… la Guadalupana, la Guadalupana bajó al Tepeyac”.

No a la indiferencia

Teniendo presente el V Sínodo, el arzobispo hizo un llamado a reflexionar sobre el papel que juegan los católicos, e indicó que hay que hacer a un lado el egoísmo y la indiferencia para terminar con la injusticia y lograr la paz que quieren los mexicanos.

Acompañado de los obispos auxiliares, Sánchez Espinosa pidió el compromiso de los católicos poblanos ante la Virgen de Guadalupe para hacer bien las cosas, respetar la justicia, el medio ambiente, esto ante miles de fieles que se concentraron en el principal templo mariano durante la peregrinación anual.

Aseguró que nada ni nadie va a detener a la Iglesia misionera, y descartó que por el nuevo pontífice haya cambios en el proyecto, ya que la Iglesia latinoamericana tomó firmemente el documento para ir al encuentro de las comunidades de los pueblos, de las familias y los alejados.

En la homilía indicó que la peregrinación se da en pleno año de la fe, en un país aquejado por la indiferencia, la injusticia y la violencia, y recordó las palabras del papa Francisco de mantener la verdadera devoción a Jesús a través de la Guadalupana.

El arzobispo pidió además el compromiso de los católicos para ser mejores ciudadanos, cuidar el medio ambiente, respetar a los ciudadanos y mantener la fe, no aceptar la corrupción.

Asimismo, dijo que la Iglesia crecerá no por el proselitismo, sino por la atracción, y esto implica que haya un verdadero trabajo pastoral por parte de sacerdotes y laicos.

Expresó que esta es la ofrenda del trabajo pastoral que se lleva a cabo. Víctor Sánchez Espinosa señaló que la principal petición que harán los católicos poblanos ante la imagen de la Virgen es que haya paz en México, que cese la violencia.

Indicó que los mexicanos están necesitados de una paz, de que haya tranquilidad, por ello se han presentado importantes manifestaciones de fe en los últimos años.

Insistió en ir por los alejados, llamarlos y pedirles que escuchen a Jesús y a Santa María de Guadalupe, que vuelva la fe a ellos.

Lamentó que algunos se alejen y no entiendan el mensaje de hace casi 500 años, cuando la Virgen le dijo al indio Juan Diego: “¿No estoy aquí yo, que soy tu madre”. E indicó que es un camino para no sentirse nunca solos.

El dato

Esta peregrinación fue instituida en 1887 por el obispo José María Mora, a sugerencia del padre Ramón Ibarra, quien sería el primer arzobispo de Puebla. Cada año se ha llevado a cabo. Sólo se interrumpió de 1926 a 1929, a causa de la persecución religiosas.

Las cifras

Las cifras oficiales dadas a conocer por el área de comunicación social del templo señalan que del domingo al jueves se contabilizaron a 80 mil poblanos que llegaron en 55 peregrinaciones.