En el último mes, los servicios que se prestan en los 28 hornos crematorios que hay en el estado han quedado prácticamente colapsados, ya que hay días en los que se trabaja al 70 por ciento de su capacidad, además de que se presume un mercado negro de certificados de defunción para cambiar la causa de muerte de las víctimas por Covid-19, lo que ha puesto en riesgo al personal de las funerarias.
Lo anterior fue señalado en entrevista por el gerente general de Funerales Asís, Francisco Espinosa, quien reconoció que hay un incremento en los servicios de cremación que prestan las diferentes empresas del ramo, esto a causa de que el número de fallecimientos por Covid va en aumento.
De acuerdo con el empresario, hay días en los que prácticamente se han colapsado los servicios que se prestan, y se llega a operar hasta en un 70 por ciento de la capacidad de los 28 hornos crematorios que operan de acuerdo a la ley, cumpliendo con todas las normas.
En otro tema, Francisco Espinosa advirtió que debido a la situación por la pandemia, ha comenzado a surgir un mercado negro de certificados de defunción, donde podrían estar involucrados algunos funcionarios, el fin de la venta de los documentos, es cambiar la causa de la muerte.
Precisó que se tiene ubicado un caso en Atlixco, donde el propietario de Funerales Puebla acudió a prestar un servicio y tuvo contacto con el cadáver ya que la causa de la muerte que estaba en el documento, no era COVID.
Lamentó que por esa situación se haya contagiado con el virus y después de ello el empresario falleció.
Sostuvo que esta práctica pone en riesgo a familiares y personal de las funerarias que acuden a prestar el servicio. La intención de quienes solicitan que no se ponga la causa real para que puedan velar el cuerpo de acuerdo a la tradición.
Suspenden velación
El representante de la empresa, comentó que, a raíz de la pandemia, la recomendación, a pesar de que afecta sus intereses, ya que dejan de recibir recursos por el alquiler de las capillas o del equipo de velación, es que el cuerpo sea cremado, o bien inhumado en el menor tiempo posible.
Indicó que en los casos donde la muerte es por enfermedad respiratoria, se determina la cremación para evitar algún riesgo de contagio.
Indicó que ellos han tomado medidas muy especiales para recibir familias en los velorios, además de que el gobierno estatal verifica en funerarias
“Nosotros tenemos protocolos adicionales como el límite de 20 personas en capillas para 100, inclusive nosotros hemos habilitado capillas jardín al aire libre para cuidar a las familias".
Las medidas
El empresario dijo que ahora todas las empresas y hospitales deben regirse con los lineamientos a nivel federal que señalan que el cadáver debe ser transferido lo antes posible a la morgue de la unidad después del fallecimiento, siguiendo las recomendaciones de bioseguridad de acuerdo con el procedimiento que realicen.
El personal de salud deberá utilizar precauciones de contacto y gotas (lavado de manos con agua y jabón, uso de guantes, mascarilla quirúrgica, bata impermeable con manga larga y protección ocular) para retirar todos los dispositivos que tenga el paciente para disminuir riesgos de contaminación por derrame de secreciones.
La Secretaría de Salud precisa que el cadáver debe introducirse en una bolsa de traslado para cadáver biodegradable, que reúna las características técnicas sanitarias de resistencia a la presión de los gases en su interior e impermeabilidad.
“La introducción en la bolsa se debe realizar dentro de la propia habitación. Una vez que el cadáver esté adecuadamente empacado en la bolsa, se recomienda la desinfección externa de la bolsa con solución de hipoclorito 0.1% (1000 ppm).”
Se reitera que se debe realizar la clara identificación del cuerpo de acuerdo con los lineamientos de las Instituciones, notificando al camillero para su transporte al mortuorio.