A pesar de las adversidades, La Antorcha Guadalupana pudo pasar por las comunidades con mayor grado de expulsión de migrantes hacia los Estados Unidos, y se convierte en una esperanza, sobre todo en los tiempos de la pandemia, y se espera que haya respeto a sus derechos.

Durante 19 años el principal símbolo mariano de América Latina acompaña e ilumina a los migrantes, en un recorrido que se lleva a cabo por 10 estados del país, pasando por la capital del estado, donde este domingo fue recibida en el templo de Nuestra Señora de la Asunción.

El titular de la pastoral de El Migrante, Gustavo Rodríguez Zárate, señaló que las condiciones no son las mejores para la migración, y recordó que ésta vez la caravana de Migrantes que venía de Honduras para pasar por México, se quedó en Guatemala, y no podrán avanzar más, una vez que por la pandemia el gobierno Mexicano no se los permite.

Además recordó que en la frontera norte hay al menos tres cinco mil migrantes entre centroamericanos y mexicanos que buscan cruzar hacia los Estados Unidos desde hace meses pero nadie entra.

Indicó que en el caso de Puebla se trata de dos millones de poblanos los que migraron a los Estados Unidos en busca de mejorar sus condiciones de vida, y algunos han muerto a causa del COVID-19.

En su mensaje pidió por las víctimas de la enfermedad, entre ellos los dos sacerdotes que fallecieron durante el fin de semana, y que obligan a todos a cuidarse.

Dijo que aunque el presidente Donald Trump no se porte bien, hay que pedir por su salud, pues es un ser humano al igual que todos hijo de Dios.

El sacerdote recordó los tres motivos por los que surgió la carrera, el primero es que las fronteras no dividan a las familias, que haya un lazo de comunión a través de la imagen de la Virgen de Guadalupe

La segunda, dijo, es “pedirle a Dios y a la Virgen que no se pierda la fe católica en Jesucristo, aunque estén lejos de su casa de sus costumbres de su Pueblo, que mantengan su fe y se vuelvan alegres misioneros en aquellos”.

“Tercero que las familias no se desunan por las situaciones que no se tienen papeles para regresar y se mantenga la unidad”.

Expresó que es la fe en Santa María de Guadalupe la que los sostiene de pie, la que no los deja caer, además de que los une en los momentos más difíciles.

Sin corredores

Este año por las condiciones sanitarias, no se dio la tradicional carrera que se llevaba a cabo entre cada pueblo que se visitaba, la gente viajó en vehículos particulares acompañando la antorcha y las dos imágenes “La Virgen de Guadalupe, así como San Juan Diego”.

La antorcha llegó a las 11 horas al templo donde se reciben a los migrantes, ahí entre cantos guadalupanos y poca presencia de fieles se oro por los migrantes.

Los organizadores

La Asociación Tepeyac, fundada por migrantes poblanos, se ha convertido —desde el 2001—, cuando fueron los ataques terroristas, en un interlocutor de los migrantes con el gobierno de los Estados Unidos, el cual le ha dado un reconocimiento como agrupación humanitaria.

Dicha organización ha luchado más por los derechos de los indocumentados que las instancias gubernamentales de México. Al principio se trataba de la defensa de los poblanos, posteriormente fue de mexicanos en general, y ahora no se distingue ningún país.

Dicha organización ha apoyado en la repatriación de cuerpos de mexicanos que fallecieron en los Estados Unidos, y mantiene una posición humanitaria a favor de los migrantes, siendo la esperanza de estos luego de la burocracia que se presenta en las sedes diplomáticas de México en el extranjero.