La fe y amor a la Virgen de Guadalupe no únicamente se muestra con peregrinaciones para asistir al cerro del Tepeyac y entrar a La Villa sino con oración cotidiana en medio de esta pandemia del Covid-19 para pedir que ilumine a científicos en encontrar el remedio químico a través de una vacuna que elimine al virus, advirtió el arzobispo Victor Sánchez Espinosa.
Además las plegarias deben encaminarse para pedir la unión familiar en estos momentos difíciles.
La peregrinación con la confianza puesta en Jesucristo se realizará el siguiente año. Pero en las redes sociales se puede recorrer ese camino físico de forma virtual un sinnúmero de veces durante este 2021 y no exclusivamente el 12 de febrero.
"Estimados hermanos y hermanas: Reciban un paternal saludo, acompañado de mis sinceros deseos de salud y paz, sobre todo en estos momentos de tanto sufrimiento y dolor en las familias, causados por la pandemia que a nivel mundial estamos enfrentando", exclamó al iniciar su participación.
Recordó que desde hace 130 años somos llamados a acudir puntualmente a la cita con nuestra amada Madre, Santa María de Guadalupe y cada 12 de febrero peregrina la Arquidiócesis de Puebla al Santuario para alcanzar bendiciones.
"Este año, a causa de la crisis sanitaria, no se logró asistir físicamente, pero en nuestro corazón está la alegría de tantos rostros que, después de ir caminando o corriendo, en bicicleta o a caballo, en familia o con su parroquia, llegan desde todos los rincones de nuestra Arquidiócesis y se postran llenos de devoción, y con sonrisas o con lágrimas, elevan sus oraciones confiadas a la Morenita, seguros de que ella no deja de escuchar a sus hijos", subrayó.
Refrendó que hoy, mañana y todos los días, desde las casas peregrinarán los poblanos espiritualmente hasta su santuario.
"A pesar de las dificultades que seguimos enfrentando desde hace ya casi un año, cuando inició en nuestra patria la contingencia sanitaria, no podemos dejar de agradecer la fidelidad de Dios y la constante intercesión de nuestra Madre. Y nuevamente ponemos en su Inmaculado Corazón a nuestra Arquidiócesis, pidiéndole que siga velando por nosotros, por los Obispos, sacerdotes, la vida consagrada, nuestras parroquias, nuestras familias, y particularmente por nuestros hermanos y hermanas enfermos"