La cantante Lila Downs de música de fusión regresó a Houston y trajo consigo un repertorio renovado con varias canciones nuevas entreveradas con algunos de sus clásicos y otros temas rancheros imprescindibles en el repertorio de la música popular mexicana.
Fueron 90 minutos y más de 17 canciones que no dejaron indiferente a nadie que haya asistido al espectáculo de Downs la noche del domingo en el zócalo de la Angelópolis, donde la cantante paseó su apasionada voz por polkas balcánicas, cumbias, reggae-second line, vals ranchero, funk-jazz y bolero. Un alarde de fusión que muy pocos artistas se pueden dar.
Downs, quien regresó a Puebla, apareció en el escenario con un vestido muy de las fiestas patrias, muy de la Adelita revolucionaria, tal cual como estaba programado, y abrió su concierto con un tremendo solo a capela anunciando la introducción del tema Mezcalito que, cuando el resto de la banda se sumó a la polka, encendió a la audiencia en un baile frenético.
"¡Qué pasa Puebla!", dijo Downs, a modo de saludo a una audiencia ya rendida a su talento que le respondió con un alarido ensordecedor mientras la artista zapateaba pletórica de alegría en el escenario. Al mismo tiempo, como mandan las tradiciones de las viejas culturas prehispánicas de México, derramaba tequila en el escenario, haciendo una cruz con el licor para honrar a sus ancestros y convencerlos de que la protegieran durante el concierto.