La Procuraduría General de Justicia (PGJ) pretende dar "carpetazo" a la ejecución ocurrida la tarde del domingo en la esquina de calle Ejido y circuito Juan Pablo II, de la junta auxiliar de San Baltazar Campeche, donde se ubican las canchas deportivas de la preparatoria Benito Juárez, dejando correr el rumor de que se trató de una "venganza" por un partido de fútbol.

‎De hecho, la PGJ se ha abstenido de informar de manera oficial de la muerte violenta de Alejandro Solís González, alias "el Grillo", quien tenía 34 años de edad, pero ha dejado correr el rumor de que se trató de una disputa futbolera, donde como consecuencia se encuentran detenidos nueve sujetos, uno de estos implicado como el que disparó.

La Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito del Municipio (SSPTM), por medio de un comunicado de prensa, informó de la detención de Luis Donaldo Campos Contreras, de 20 años de edad, quien fue visto disparando un arma de fuego calibre .9 en contra de un grupo de personas que estaban fuera y dentro de los campos deportivos de la preparatoria.

Además de Campos Contreras, fueron presentados ante el Ministerio Público de Homicidios otros ocho sujetos, todos ellos con uniformes de futbol, que estarían implicados en los hechos, aunque en realidad estos sólo fueron asegurados porque el primero de los detenidos buscó ocultarse entre ellos.

‎Los otros detenidos son: Vicente Fernández Martínez, José Daniel Campos Contreras, Hugo Espinoza Martínez, Juan Gabriel Campos Flores, Juan Antonio Agustín Palafox y Ricardo Campos Flores, cuyas edades oscilan entre 18 y 38 años‎.

La historia real 
La tarde del domingo 30 de noviembre, en las canchas de fútbol de la preparatoria Benito Juárez, pasaban de las 17 horas, cuando un sujeto, identificado como "Barrigas", se dio cuenta de quiénes estaban jugando; al verlos —dicen los testigos— dijo: "Ya valió...". Y corrió a llamar a un teléfono de monedas. 

A los pocos minutos, llegó una patrulla de la Policía Estatal. "El Barrigas" señaló a los jugadores, estos los vieron y se retiraron. Para esos momentos, Alejandro Solís, "el Grillo", salió a comprar cervezas caguamas, mismas que no podrían ser ingresadas por la puerta, por lo que las pasó por la cerca de alambre, siendo Marco Antonio Martínez, uno de los jugadores, quien las estaba recibiendo.

Justo en esos momentos llegaron dos sujetos, uno de ellos identificado como Luis Donaldo Campos Contreras ‎y otro más que describen como delgado, con gorra y chaleco de color beige.

Ambos sujetos portaban armas escuadras; el desconocido disparó contra Alejandro Solís, a quien le disparó a la cabeza y en otras partes del cuerpo, provocándole la muerte, en tanto que Luis Donaldo Campos disparó contra Marco Antonio Martínez, quien trató de correr para ponerse a salvo, siendo alcanzado por ocho balazos, tanto en las piernas como en la espalda y la cabeza, además de que hubo un herido más, Israel García, quien recibió tres disparos, y un tercero, del equipo contrario, quien recibió un rozón en la cintura. Del involucramiento de los ‎demás detenidos aún se conocen los detalles.

Ligas con el narcomenudeo
Marco Antonio Martínez, quien resultó herido en ocho ocasiones con disparos de arma de fuego, quien está internado en el hospital del ISSSTEP y ya fue intervenido quirúrgicamente en dos ocasiones, es sobrino de Oswaldo Nájera Reyes, identificado como "el Tachi" o "Mafafo", ejecutado con disparos de arma de fuego el pasado 7 de marzo, cuando se encontraba en la esquina de la 67 Oriente y la 10 Sur, acompañado de su esposa, quien resultó herida de gravedad, a grado tal que actualmente se encuentra paralítica.

Oswaldo Nájera, "el Tachi", era el segundo al mando de una organización dedicada al narcomenudeo, cuyo líder principal, Alfredo Arcega Silveti, fue "levantado" por sujetos desconocidos, ejecutado de dos disparos de arma de fuego y abandonado en las inmediaciones de Tlaxcala y de San Martín Texmelucan (Puebla).

Quienes perpetraron estas ejecuciones estarían relacionados con al menos dos internos del penal de San Miguel, procesados por delitos contra la salud, además de elementos en activo de la Policía Estatal y un grupo de narcomenudistas que opera en la ciudad de Puebla.

La mayoría de estas investigaciones las realiza la PGJ, aunque en este último caso prefirieron "maquillar” la información. Las declaraciones de lo ocurrido el pasado domingo obran en actuaciones del Ministerio Público de Homicidios.