Diputados federales del PRD se pronunciaron a favor de elevar a 20 por ciento el impuesto a los refrescos y destinar lo recaudado a la instalación de bebederos de agua potable en escuelas públicas.

Este día, el Senado de la República turnó a la Cámara de Diputados la iniciativa de reforma a la Ley de Impuestos Especiales sobre Producción y Servicios (IEPS) en la que se plantea elevar el gravamen a dichos productos.

En conferencia de prensa, la perredista Socorro Ceseñas Chapa señaló que en México se gastan 70 mil millones de pesos para atender enfermedades como la obesidad y la diabetes, y que incluso esa cifra podría elevarse a 170 mil millones en 2017, lo que pone en riesgo el sistema de salud pública.

Señaló además, que la falta de agua potable en diversas zonas del país es un factor, entre otros tantos, que obliga a millones de personas a consumir refrescos, a ser propensos a la obesidad y a enfermar de diabetes.

La legisladora del Partido de la Revolución Democrática (PRD) puntualizó que de aprobarse un impuesto equivalente a dos pesos por litro de refresco se cubriría 96 por ciento de gastos por atención a diabéticos y disminuiría la demanda en 13 por ciento.

Consideró que un impuesto al refresco y bebidas azucaradas "permitirá salvar a unas dos mil 600 personas al año, así como evitar ocho mil derrames cerebrales y 240 mil casos de diabetes".

En tanto, Alma Meneses Bernal, de la Red de los Derechos de la Infancia en México, apuntó que se ha comprobado que basta el consumo de un refresco al día para que el riesgo de obesidad de un niño aumente 60 por ciento.