Los partidos políticos de izquierda irían a las urnas de manera separada.

En su primer proceso electoral, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) irá sólo. El principal desafío para la izquierda será obtener una votación semejante a la que alcanzó en el 2012, cuando su entonces candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, obtuvo el mayor número de votos de los tres candidatos presidenciales.

En la elección del próximo año, el PRD irá sólo luego de que fracasó su intento de ir en coalición con el Partido Acción Nacional (PAN).

Para el PRD será una de las elecciones más difíciles luego de la crisis de credibilidad que enfrenta el PRD tras la salida de Andrés Manuel López Obrador y Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano de esa fuerza política; además de la crisis de credibilidad que representa el que militantes de su partido hayan estado involucrados en los hechos de represión de septiembre pasado, en el que fueron desaparecidos 43 estudiantes de la Normal Isidro Burgos de Ayotzinapa (Guerrero).

El Partido del Trabajo (PT) también irá solo en la próxima elección. Dicha fuerza política cuenta con representante plurinominal, el senador Manuel Bartlett, exgobernador de Puebla.

El Partido Movimiento Ciudadano (MC) irá también solo en la elección del próximo año.

Pero en Puebla, el PRD se ha aliado al gobernador Rafael Moreno Valle. El PT ha mantenido una línea cauta hacia el gobierno del estado, salvo personajes como el senador Manuel Bartlett Díaz, quien ha sido un crítico tenaz de la administración estatal.

Movimiento Ciudadano también ha mantenido una buena relación con el gobierno estatal

Mientras que Morena ha sostenido una línea crítica en contra del gobierno estatal y del gobierno federal.

En el caso del Partido de la Revolución Democrática (PRD), el gobernador de Puebla también le apostó a la continuidad del grupo de Nueva Izquierda.

Nueva Izquierda en Puebla, grupo que domina en el PRD, siempre se ha mostrado proclive a los gobernadores de este estado. En el sexenio pasado, Nueva Izquierda respaldó en el Congreso del Estado a Mario Marín Torres. Los integrantes de esta corriente acudían, sin pudor alguno, a las fiestas de los políticos del PRI a la gubernatura y evitan cualquier crítica al gobierno estatal.

En el actual sexenio, Nueva Izquierda y el grupo del senador Luis Miguel Barbosa, quienes respaldaron en la contienda electoral a Rafael Moreno Valle en el 2010, se ha mimetizado con el PAN aprobado iniciativas como la privatización del sistema operador del agua, la figura de los Proyectos de Prestación de Servicios (PPS), la entrega de subsidios a la Fundación Teletón y hasta la polémica ley Bala.

Hasta hace unos días, la dirigencia del PRD, encabezada por la economista, Socorro Quesada, apeló a su dirigencia nacional para que aprobara una coalición entre el PAN y el PRD en el estado de Puebla para las elecciones federales del próximo año.

Sin embargo, el PRD navega contra la corriente. El perredismo se enfrenta con dos fantasmas: el atractivo que representa para el votante leal de izquierda el emergente partido Morena, formado por experredistas como Andrés Manuel López Obrador; por si esto fuera poco, el PRD se enfrenta a la mancha de ser el partido de izquierda que postuló a José Luis Abarca, alcalde de Iguala Guerrero, quien ordenó la represión en contra de 43 estudiantes de la normal Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa.

En el mundo entero se han dado las protestas en contra de la represión y entre las “víctimas” políticas de esta crisis que vive el país se encuentra el PRD.

Frente a este escenario, la dirigencia encabezada por la perredista Socorro Quesada y el expriista y expanista Carlos Martínez Amador enfrentará la posibilidad de que el PRD en Puebla baje hasta un dígito en su votación

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El PRD ha salido beneficiado al ir en coalición con el panismo. 

Para el próximo año los diputados del PRD, con Carlos Martínez Amador, dirigirán el Congreso local en el 2015.

El dividendo ha sido positivo para panistas, a pesar de las diferencias ideológicas.

En las elecciones federales del 2012, los candidatos panistas ganaron 4 de las 16 diputaciones en disputa. Mientras que la coalición PRI-PVEM obtuvo 12 posiciones.

En términos comparativos, para darse una idea de lo que representa que los candidatos del PAN vayan sin coalición, citando datos del PREP del 2 de julio del 2012, los candidatos a diputados del PAN alcanzaron 685 mil 763 votos mientras que los candidatos a diputados del PRI-PVEM alcanzaron 814 mil 278 votos. Es decir, al sumar la votación final de candidatos a diputados federales de diferencia entre el PRI-PVEM y el PAN fueron 128 mil 515 votos favorables al PRI.

El PAN solamente perdió una diputación en la capital demostrando que la ciudad de Puebla y su zona metropolitana son un bastión para los candidatos no priistas.

Aunque en dicha elección tanto el PAN como el PRI quedaron rezagados al segundo y tercer lugar en la competencia presidencial en las diputaciones federales el escenario le fue favorable al PRI.

En la elección local del 2013, el morenovallismo le apostó a la fórmula de las coaliciones electorales. Con modificaciones a la ley electoral, aprobadas por los diputados priistas, el PAN hizo una megacoalición con el PRD, Partido Nueva Alianza, además de los partidos locales, PSI y Compromiso por Puebla. Además, en algunos municipios el PAN también sumó al Partido Movimiento Ciudadano.

De nueva cuenta, la elección local del 2013 demostró la eficacia de la mega-coalición para derrotar a un desarticulado y cooptable priismo.

Cabe señalar que para la elección del 2013 de la coalición morenovallista Puebla Unida ganó 22 distritos electorales por el principio de mayoría relativa en el Congreso mientras que la coalición PRI-PVEM apenas ganó 4 diputaciones por mayoría relativa.

En términos numéricos, la coalición Puebla Unida 928 mil 639 votos. La coalición PRI-PVEM obtuvo 829 mil 785 votos.

Es decir, la diferencia entre la votación total de candidatos a diputados fue favorable a favor de la coalición morenovallista con apenas 98 mil 854 votos frente a los candidatos priistas, con todo e ir en coalición, de acuerdo a los datos del 30 de octubre del 2014 de la página web del Instituto Estatal Electoral (IEE).