Ante las amenazas de la Alianza Federalista de romper el pacto federal, los siete gobernadores vinculados con la Cuarta Transformación respaldaron al presidente Andrés Manuel López Obrador y acusaron que no quieren entender la nueva realidad política que vive el país.
Jaime Bonilla Valdez, Gobernador de Baja California; Rutilio Cruz Escandón Cadenas, Gobernador de Chiapas; Cuauhtémoc Blanco Bravo, de Morelos; Claudia Sheinbaum Pardo, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México; Miguel Barbosa Huerta, Gobernador de Puebla; Adán Augusto López Hernández, de Tabasco; y Cuitláhuac García Jiménez, de Veracruz, dieron a conocer un posicionamiento en sus redes sociales.
El gobernador Barbosa Huerta dio a conocer el documento en su cuenta de Twitter y expresó que es momento de mantener la unidad y seguir trabajando por las y los mexicanos. "Debe prevalecer la voluntad del pueblo", expresó.
“Entendemos que la dificultad electoral que enfrentan en sus estados por las elecciones del 2021 los lleve a una desesperada acción por llamar la atención; sin embargo, no solo es irresponsable, sino inconstitucional llamar a acciones legales para romper un pacto federal establecido en la Constitución y que ha significado la unidad en la adversidad que ha vivido nuestra Nación en diferentes momentos.
“Ellos no han querido entender que nuestro país se encuentra en una nueva realidad política a partir del voto popular expresado en las urnas el 1 de julio del 2018. Para la gran mayoría de las y los mexicanos, esta nueva etapa en la vida pública de México es una transformación pacífica, que tiene como mandato erradicar el régimen de corrupción y privilegios que se fue alimentando al amparo del poder, establecer la clara división entre el poder económico y el poder político, alcanzar el anhelo de paz y justicia y lograr la construcción de una verdadera democracia”, expresa el documento.
Destacaron su "desconcierto" con los mandatarios que llamaron a romper ese acuerdo, aunque también resaltaron que se trata de unos "pocos".
"Para la gran mayoría de las y los mexicanos, esta nueva etapa en la vida pública de México es una transformación pacífica, que tiene como mandato erradicar el régimen de corrupción y privilegios que se fue alimentando al amparo del poder", expresaron.
Los gobernadores sostuvieron que este cambio busca establecer la clara división entre el poder económico y el poder político, alcanzar el anhelo de paz y justicia y lograr la construcción de una verdadera democracia.
"El crecimiento económico del Norte no puede significar la pauperización del sureste; todo lo contrario, la distribución de las riquezas es indispensable para el desarrollo del país sin que nadie se quede rezagado”, comentaron.