La casa rentada con recursos públicos que supuestamente eran las oficinas del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), en realidad era la vivienda de la madre del ahora expresidente estatal de ese instituto en Puebla, Ernesto Guerrero Aguilar.
Por lo anterior, los militantes no podían acceder al domicilio porque era un hogar particular.
Durante su gestión de 2009 a 2014, se acusó formalmente que el Verde sufrió un saqueo por la desaparición de un BMW y un Volkswagen, hasta equipo de cómputo extraviado.
Guerrero Aguilar también fue señalado por cobro de candidaturas, no pagar a representantes de casillas y por deudas con proveedores.
En su último año, se revisó el inventario de activo fijo en su informe anual, pero las cantidades reportadas no coincidieron con los saldos al 31 de diciembre de 2013.
La Unidad de Fiscalización no encontró computadoras, una impresora y un vehículo, todo con valor de 521 mil 704 pesos, cuando hizo una inspección al Comité Directivo Estatal.
Tras ocho años desde la desaparición de los bienes, hasta la fecha están pendientes las sanciones por el robo cometido en el PVEM.
Hace unos días, el diputado y líder del instituto, Jaime Natale, informó que existen denuncias por cobro de candidaturas, adeudos millonarios y personal al que no se le pagó durante la gestión de Ernesto Guerrero Aguilar.
Aclaró que dejó deudas y multas por 13 millones de pesos, que afectaron el trabajo de la dirigencia.
La salida de Ernesto Guerrero del PVEM ocurrió en un proceso interno.