A 35 años de su transformación de Partido Mexicano Socialista, a de la Revolución Democrática (PRD), el instituto político que quedó en el último lugar en las elecciones del domingo, será liquidado en Puebla una vez que se resuelva la última impugnación por parte de los tribunales electorales, y sus bienes pasarán a poder del Instituto Electoral para que este determine su destino.

Actualmente el partido político presidido por Carlos Martínez Amador es propietario de una casa que está ubicada en la 13 Oriente 409 donde operan las oficinas de la dirigencia estatal desde 1990, pero en el momento de la adquisición el bien quedó a nombre de ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, ante el temor de que alguna corriente pudiera hacer mal uso del inmueble.

Veinte años después se modificaron las escrituras y está a nombre del PRD, y cualquier operación que se quisiera hacer con el bien inmueble, deberá ser avalada por parte del Instituto Electoral del Estado.

Asimismo, por gasto ordinario a pesar de no contar con una representación en el Congreso, el Instituto Electoral le otorga anualmente 15 millones de pesos, recursos que se entregan vía Secretaría de Planeación y Finanzas.

La peor derrota

En la última elección, el PRD registra apenas 51,922 votos, 10,495 menos que en 2021 cuando había sido su votación más baja hasta entonces, con 62, 417, y el 2.39 por ciento de la votación para diputados.

Votaciones de tres dígitos

De 1998 a 2007 las votaciones del PRD eran de tres dígitos, siendo la mayor en 1998 cuando en la capital siendo candidato Emilio Maurer Espinosa alcanzó los 105,987 votos, y a nivel estado 258,112 votos.

La segunda mayor votación a nivel estado fue en 2007 con 200,407 votos, y en las elecciones de 2010 y 2013 repartió los votos con partidos aliados de acuerdo con los convenios de coalición.

En 2016 para la elección de la mini gobernatura, donde fue solo con Roxana Luna, el número de votos fue de 68,353, elevando el número en 2018 cuando apoyo a Martha Erika Alonso a 93, 221.

El abandono y expulsiones

En mayo de 1989 fue electo primer presidente del PRD en Puebla, Eduardo Fuentes de la Fuente, ex militante del Partido Comunista Mexicano, posteriormente llegaron otros dirigentes, uno de ellos Luis Miguel Barbosa Huerta, quien sería diputado federal y tendría peso nacional en la corriente Nueva Izquierda.

Asimismo, se presentaron constantes conflictos internos, sin que se tuviera una dirigencia en forma, hasta que fue legitimado Miguel Ángel de la Rosa Esparza, hoy simpatizante de Morena, a él lo sucedió Eric Cotoñeto Carmona, también simpatizante de Morena, y llegó Socorro Quezada Tiempo, perseguida por el Morenovallismo.

Al tener el control la corriente morenovallista del partido, se colocaron dirigentes ajenos a la izquierda, como Jorge Benito Cruz Bermúdez, así como Carlos Martínez Amador.

La renuncia de Barbosa

En marzo de 2017 durante una reunión en el hotel Best Western Real de Puebla, Luis Miguel Barbosa Huerta, entonces senador de la república anunció que renunciaría al PRD e invitó a sus seguidores a acompañarlo, sin embargo, algunos le fueron leales al partido, y en el caso de Socorro Quezada que se quedó, más adelante fue expulsada por no estar de acuerdo en la alianza con el PAN, y buscar el acercamiento con López Obrador.