El gobernador Moreno Valle incurrió en los últimos días en un par de serias contradicciones en su discurso.
De entrada, su ofrecimiento de donar La Célula a empresarios nacionales son por entero opuestas a su postura de echar abajo diversas donaciones onerosas, entre ellas el predio de Valle Fantástico.
Si recordamos, la figura jurídica mediante la cual el gobierno de Melquiades Morales le otorgó el inmueble de Valle Fantástico al empresario Ricardo Henaine fue precisamente una donación onerosa.
En ese sentido, y más allá de las ventajas jurídicas que representa esta figura legal, sería necesaria mayor higiene tanto en los anuncios como en el discurso gubernamental.
A lo anterior, hay que sumar la inclusión de los llamados PPS, los cuales son una fórmula legal para que a través de inversión privada se realicen proyectos gubernamentales a cambio de un pago a muy largo plazo.
Esta figura piensan utilizarla en prácticamente todos los proyectos del gobierno morenovallista como la construcción de hospitales, escuelas, carreteras y hasta edificios de gobierno.
Pongamos un ejemplo.
El gobernador anunció la construcción del CIA, Centro Integral de Atención, un edificio para que el público en general realice cualquier trámite gubernamental.
Para esa obra, el gobierno en lugar de utilizar recursos públicos otorga a una empresa privada a través de un PPS la construcción de la obra.
En contraprestación, el gobierno del estado le paga durante 25 años los 2 mil millones de pesos que cuesta la obra, además de los intereses pactados en ese contrato.
Así las cosas, los poblanos estaremos comprometidos a pagar una exorbitante renta durante cuatro sexenios.
Si dividimos los 2 mil millones de pesos entre los 300 meses que componen esos 25 años, tenemos que el gobierno pagará 6 millones 666 mil 666 pesos de manera mensual.
A esa cifra deberán sumarse los intereses que genere esa inversión, lo cual puede calcularse con las tazas financieras actuales. Algo así como 10 millones de pesos.
Ni más, ni menos.
Recordemos que el gobernador dijo que ahora pagan más de 6 millones por concepto de rentas, y que la recuperación de los inmuebles en comodato y la construcción del CIS evitarían ese alto costo para su gobierno.
La realidad es que será una renta disfrazada de 10 millones de pesos que los poblanos pagaremos a la empresa española beneficiada por este contrato.
Hoy los números dejan en mal la palabra del gobernador, quien con estos hechos se contradice de manera flagrante.

Eruviel, la jaqueca de Calderón
Con cada hoja que Felipe Calderón arranca del calendario su jaqueca aumenta a niveles insoportables.
Él, mejor que nadie sabe que la fortaleza electoral que ha mantenido Eruviel Ávila en el Estado de México frente a las fuerzas de izquierda y derecha le complican su estrategia electoral para evitar que el PRI recupere Los Pinos en 2012.
Por más que la busca, el presidente no encuentra la fórmula para que el tricolor invierta la línea que hoy lo lleva directo a la cúspide en la región más poblada del país.
En un intento desesperado, Calderón ordenó correr la versión de un escándalo nacional contra un gobernador priista.
Con el poder y el control de la PGR no sería extraño que la versión se materialice, y en pocos días veamos en cadena nacional a un exmandatario priista vestido con el “traje de rayas”.
Sin embargo, a seis semanas de la elección en el Estado de México, el riesgo que correrá Felipe Calderón es impredecible.
El día de ayer, a través de sus cuentas de Twitter, Alejandro Mondragón citaba al exgobernador poblano como el blanco calderonista, mientras que Rodolfo Rivera Pacheco aseguró que es Ismael Hernández, de Durango, el señalado.
A su vez, en la redacción de Intolerancia Oaxaca recibimos correos electrónicos diciendo que el elegido es Ulises Ruiz, y en Veracruz hay quienes piensan que el malo de la película es Fidel Herrera.
Más allá de las versiones periodísticas y de los rumores de pasillo y sobremesa, la realidad es que Calderón está desesperado y no dudará en lanzar su último misil para evitar el triunfo priista en el Estado de México, el cual es visto como el preámbulo del regreso del PRI a Los Pinos.
Es evidente que si el misil no resulta letal y Eruviel gana la elección, los priistas quedarán inmunes a las bombas subsecuentes.