La convocatoria de Fernando Manzanilla para presentar al nuevo director de comunicación social con los directores de los medios arrojó un sinfín de lecturas, y deja abierto el camino para restaurar la endeble liga que ha existido entre el gobierno estatal con la mayoría de los medios locales.
En la lectura política del evento, no se pueden pasar por alto algunas señales que pueden ser tomadas como simples coincidencias, pero que conociendo lo escrupuloso que es el director general de gobierno, debieron estar fríamente calculadas.
De inicio, este encuentro se da en el Salón Gobernadores de Casa Aguayo, y se realiza aprovechando la ausencia del gobernador Moreno Valle.
Evidentemente, esta comida fue palomeada y seguramente hasta sugerida por el gobernador, quien únicamente ha delegado parte de sus funciones al hombre de sus confianzas, que no es otro que Manzanilla.
A diferencia de las poses de anteriores secretarios de Gobernación, en donde cada idea iba precedida de la trillada frase “por instrucciones del señor gobernador”, esta vez Manzanilla habló en primera persona, giró órdenes precisas al nuevo funcionario, al saliente Norberto Tapia y a Marcelo García, asumiéndose como un vicegobernador.
Aunque pudiera tomarse como una crítica al secretario, francamente a mí sí me cuadra esa postura, en lugar de las actitudes hipócritas de quienes intentan reflejar una institucionalidad que simplemente no les queda.
Así las cosas, a mi me quedaron muy claros los mensajes.
Y aunque digan que es prematuro, la sucesión en Casa Puebla ya empezó.
La otra comida con Manzanilla
La que de verdad se puso buena fue la comilona entre periodistas twitteros, la cual se celebró de manera paralela a la reunión oficial.
Muchos de los invitados estaban pero no estaban.
En pocas palabras, mientras comíamos también estábamos twitteando todo lo que ahí sucedía, con el humor y el sarcasmo propios del gremio.
El que se ganó la nota fue el “quedabien” de Raúl Zárate, quien tomó el micrófono para decir que el actual gobierno hizo en dos meses lo que otros no pudieron ni en tres años.
Así, mientras hablaba y boleaba los botines de Manzanilla, se dio tiempo para eructar una serie de barbaridades.
Lo bueno es que lo hizo a nombre propio y no como Iván Mercado, quien agradeció a nombre de “todos” las atenciones de Norberto Tapia, y de paso pidió una entrevista con el gobernador de cara a la sociedad poblana.
A la que no le faltó razón fue a Selene Ríos, quien se quejó amargamente de los corrales de la ignominia, en donde refunden a los reporteros en cada acto de gobierno.
Así fue como transcurrió esta curiosa e incluyente reunión, la cual marcó el primer encuentro de Sergio Ramírez como nuevo director de comunicación social.
Por supuesto, la magia del Twitter sirvió para compartir esos “inolvidables” momentos.
Y al salir de Casa Aguayo me hice una pregunta: ¿Cómo sobreviví tantos años a estas reuniones sin mi Blackberry?
Contracara