Un punto sumamente delicado que conlleva la iniciativa de elegir un “minigobernador” en el año 2016, es el hecho de empalmar la elección de gobernador con la de presidente de la República.
Si bien es cierto que la SCJN y el Legislativo federal dispusieron la homologación de los procesos electorales, también es cierto que el Congreso local tiene la oportunidad histórica de darle una autonomía electoral a nuestro estado, si tomaran la inteligente decisión de que sea un gobernador de cuatro años y medio el próximo gobernador.
De esta forma, además de evitar la elección mas cara de todos los tiempos, le heredarían a los poblanos un estado electoralmente autónomo.
Pongamos un ejemplo.
Del partido que gusten, si surgiera un candidato presidencial que fuera un fenómeno electoral que arrasara en las urnas, sin lugar a dudas arrastraría al candidato a gobernador de su partido, aunque este fuera un burro con corbata.
El que vota por el PRI lo hace parejo, al igual que el panista y el perredista.
Hay estudios que demuestran que los porcentajes del voto diferenciado son mínimos.
Así las cosas, hoy los diputados enfrentan el compromiso de responderle a quienes depositaron su confianza en ellos.
En sus manos está la autonomía electoral del estado.
Obedecer la línea oficial representaría un acto de alta traición.
Así de grave y así de sencillo.

Una crítica al proyecto 5 de Mayo
Sin duda, el ambicioso proyecto para celebrar el 150 Aniversario de la Batalla del 5 de Mayo ha polarizado el sentir de los poblanos.
El siguiente mail enviado por una lectora de esta columna así lo demuestra.
“Es muy peligroso proyectar los sueños de Moreno Valle en base en algo tan discutible como el triunfo en la Batalla del 5 de mayo de 1862. Hay que ver que los franceses regresaron y se hicieron de México entero, construyeron avenidas, edificios, leyes, etc.
”Así que tal vez Moreno Valle podría revisar la historia y ver que le convendría más basar su proyecto en éxitos reales, como el triunfo en la misma Puebla de Porfirio Díaz en la batalla del 2 de abril, por medio de la cuál se expulsó definitivamente a los franceses de suelo mexicano.
”El 5 de mayo es vendible en mercadotecnia, pero en política sólo representó una escaramuza para el ejército francés. Además de que el Emperador no dio la orden de atacar Puebla, fue Lorencez quien tomó la decisión basado en la bienvenida que le daría la población civil de Puebla. Sólo hay que ver los arcos que se construyeron en Puebla para dar la bienvenida a Maximiliano y Carlota.
”El gobernador RMV necesita asesores en temas de historia."
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