Los ayuntamientos de Puebla, San Andrés y San Pedro Cholula acordaron hace algunos meses homologar los horarios de cierre de “antros”, bares y discotecas. Desde el pasado mes de marzo supuestamente este tipo de establecimientos deben estar vacíos a las tres de la madrugada (si usted es vecino de alguno de estos lugares puede reírse).
Este fin de semana las autoridades de dichos ayuntamientos realizaron operativos conjuntos, con el fin de sancionar no sólo a quien no cumplió con la disposición mencionada, sino con lo que establece la ley. Este operativo “sorpresa” dio como resultado la clausura de doce establecimientos, entre ellos una casa de citas ubicada en la colonia más famosa de Puebla, La Paz.
Lo extraño es que o nadie le hace caso a la autoridad o la autoridad capitaliza el incumplimiento de horarios a fin de obtener cuotas extras.
¿Usted qué cree?
Según versiones de los propios dueños de los establecimientos, la realidad es que mantener los lugares abiertos incluso hasta el amanecer (independientemente del reglamento) no es más que una manera de obtener dinero en efectivo con base en el número de clientes por noche.
Según el sapo es la pedrada.
Le explico.
Las mejores noches para los “antros” son los jueves, viernes y sábado. Los ubicados en San Andrés Cholula registran el mayor número de clientes, pues la mayoría son estudiantes de la zona, sin embargo esto no representa necesariamente mayores ingresos. Los ubicados en San Pedro en su mayoría forman parte del sector bohemio y los de mayor afluencia e ingresos son los que se encuentran en las zonas limítrofes. Sin olvidar a los table dance que captan los mayores ingresos por noche.
Todos, absolutamente todos deben cerrar a las tres de la mañana. Mejor dicho, deben a esa hora no tener dentro de sus instalaciones a ningún consumidor.
Personal de los respectivos departamentos de “giros negros” de los ayuntamientos se supone que deber supervisar que el reglamento se cumpla. Como nosotros, ellos no sólo están conscientes de que dicha disposición se la pasan por el arco del triunfo, sino que aprovechan para solicitar “una pequeña cooperación” y hacerse de la vista gorda.
La mochada por supuesto no es completamente para ellos. Es más, los supervisores solo reciben una parte de la cuota, pues en realidad quien debe hacerse ojo de hormiga es el que manda.
¿O no Miguel Angel Huepa?
¿O me equivoco Eduardo Rivera?
¿O doña Dolores Parra también lo va a negar, como ese 5 por ciento de comisión por otorgar obra pública?
Yo nomás pregunto.