El día de ayer, con beneplácito recibí —después de varias semanas— una carta aclaratoria del titular de la Dirección General de Comunicación Social del Poder Ejecutivo, Sergio Ramírez Robles.
Para dar contexto a su aclaración, me permito transcribir el fragmento de mi columna que dio origen a ésta:
Los guarros del gober, en acción
Un testigo de un acto bochornoso se comunicó con este columnista para relatarme la siguiente historia:
Al mediodía de ayer, sobre el bulevar 5 de Mayo a la altura del hospital de San José, a bordo de un Jetta azul, Pablo Pérez —secretario privado del “Señor de los Cerros”— chochó contra un microbús de la ruta 46.
El incidente provocó una reacción sulfúrica de este personaje, quien de manera prepotente se bajó del auto y comenzó a maldecir e insultar al chofer de la unidad.
Y soltó la clásica frase: “¡no sabes con quién te metes!”
Pérez solicitó el apoyo del personal de seguridad de Casa Puebla, al ver que llegaron más choferes de la ruta 46.
Los elementos de seguridad llegaron y les pusieron una soberana golpiza. Al percatarse de que venían armados los transportistas, decidieron abandonar el lugar.
Lamentablemente hay personajes que se suben a un ladrillo y se marean.
Ojalá y su jefe tome cartas en el asunto para evitar este tipo de hechos vergonzosos.

Esta es la información que provocó la siguiente misiva:
Enrique Núñez
Director Editorial
Intolerancia
En relación a su comentario publicado el día de hoy en su columna Contracara “Tercermundistas al fin”, en el que alude a un incidente de tránsito con Pablo Pérez quiero precisar lo siguiente:
Los hechos quedaron registrados por elementos de seguridad pública del ayuntamiento en donde las partes llegaron a un acuerdo.
El conductor de la unidad de la ruta 46, Francisco Javier Bolaños Reynoso, suscribió con su puño y letra no reclamar daño alguno y haber recibido 500 pesos por los perjuicios causados a su vehículo, sin mencionar ninguna agresión o situación similar.
Me permito adjuntarle una copia del acuerdo a que llegaron las partes para que sus lectores estén bien informados.
Lamento que, una vez más, quien lo informó le haya dado datos falsos.
Reciba un cordial saludo, y quedo a sus órdenes.
Atentamente
Sergio Ramírez Robles
Director General de Comunicación Social
del Poder Ejecutivo del Estado

De acuerdo con esta carta aclaratoria, Sergio Ramírez sintió tener los elementos suficientes para cuestionar la información vertida en esta columna.
Sin embargo, es evidente que la golpiza propinada por los escoltas de Casa Puebla orilló a que el chofer accediera a la firma del convenio, al que hace mención el vocero gubernamental.
Es ridículo pensar que un percance automovilístico se arregle con una indemnización de míseros 500 pesos.
Sin duda, la presencia armada de los guaruras de Casa Puebla provocaron un gran miedo al operador de la unidad, quien después de la golpiza propinada prefirió aceptar el acuerdo.
En medio del pánico que hoy todo Puebla le tiene a la administración morenovallista es más que entendible la rendición de un indefenso operador de microbús.
Quién le manda andar chocando con un integrante de la burbuja del gobernador.