Lo sucedido el día de ayer en el predio del extinto Valle Fantástico, plasma a la perfección el estilo de gobernar del morenovallismo.
Recordemos que de manera inesperada, en su toma de posesión, el gobernador Moreno Valle dio instrucciones públicas y precisas para que su nuevo gabinete “recuperara” el predio de Valle Fantástico en los primeros cien días de administración.
Tras el aventurado anuncio, los encargados de las áreas jurídicas del gobierno del estado se encargaron de operar la recuperación del terreno, a costa de lo que fuera.
Un procedimiento exprés avalado por un juez local le otorgó temporalmente la posesión al gobierno del estado, lo cual llevó al propietario del terreno a continuar con la defensa del inmueble ante las instancias federales.
Como corresponde a cualquier asunto litigioso, el juzgado federal otorgó una suspensión para que las condiciones del bien en disputa permanezcan en las mismas condiciones hasta que se resuelva el juicio de fondo.
Y aquí debo hacer un paréntesis.
En mi papel de columnista no está determinar quien merece o no la posesión del terreno, esa decisión es exclusiva del juez correspondiente. Sin embargo, lo que no puedo dejar de cuestionar es el autoritarismo y la prepotencia con la que actúa el gobierno del estado, pasando por alto los ordenamientos del Poder Judicial Federal.
Alguien debe decirle al gobernador que no es el todopoderoso y que la investidura que ostenta tiene límites.
Lamentablemente nadie de su primer círculo se atreve a decírselo.

El fantasma de El Encino ronda Puebla
Para entender los alcances de lo sucedido ayer con el predio de Valle Fantástico, me permito retomar mi columna del 13 de abril.
El fantasma de El Encino
La probable violación del amparo que la justicia federal otorgó en favor de Inmobiliaria Hena respecto al predio de Valle Fantástico, podría traer serias consecuencias legales contra el gobernador Moreno Valle, quien podría ser enjuiciado por desacato a un ordenamiento judicial.
El día de ayer un grupo de peritos intentó corroborar las modificaciones que ha sufrido el predio, en el cual se trabaja a marchas forzadas para terminar el Parque Metropolitano.
Para nadie en Puebla es un secreto que en el terreno que albergó al frustrado parque de diversiones se han realizado obras para terminar el proyecto anunciado con bombo y platillo por el gobernador Moreno Valle.
No se puede tapar el sol con un dedo.
La suspensión otorgada por el juez federal no ha sido respetada, y la violación legal es evidente.
No hay que olvidar que fue precisamente un acto de desacato a un ordenamiento judicial el que originó en su momento el juicio de desafuero contra Andrés Manuel López Obrador.
Recordemos lo sucedido en 2004 con el famoso predio de El Encino.
En el año 2000 Rosario Robles decretó la expropiación del terreno conocido como El Encino, ubicado en la zona de Santa Fe, lo cual provocó que el propietario del predio promoviera un amparo en contra del decreto expropiatorio, del cual se derivó una suspensión provisional —que culminó en una suspensión definitiva—, mediante la cual se ordenó que el terreno no sufriera afectaciones físicas, mientras no se resolviera el fondo del asunto.
En plena vigencia de la suspensión, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador inició la construcción de una carretera que atravesaba el predio en litigio, violando flagrantemente un ordenamiento de un juzgado federal e incurriendo en un hecho ilícito que originó el proceso de desafuero en contra del jefe de Gobierno del Distrito Federal.
El resto de la historia terminó con la politización del proceso en el Congreso federal, en donde lo menos importante fue el predio de El Encino, sino la guerra mediática contra el aspirante presidencial.
Retomando el caso de Valle Fantástico, es innegable que en el terreno se están realizando obras que violan la suspensión ordenada por el juez federal, y aunque el día de ayer el gobierno estatal logró evitar que se realizara la inspección ordenada por el juez de distrito, será cuestión de días para que se verifiquen las modificaciones al predio.
De esta forma podría tipificarse el desacato al ordenamiento judicial de parte del gobierno morenovallista, con las consecuencias legales que esto implica.
¿O acaso Moreno Valle quiere seguir el mismo camino de López Obrador?
Veremos y diremos.