Acompañé a “Cocoy” a cortar unas ramas de pirul de su jardín. De paso arrancó unas cuantas ramas al romero y recogió ceniza de una fogata apagada que estaba junto. “Me cae que la gente no tiene remedio”, dijo “Cocoy”. “Por qué”, pregunté. “Si a los ‘gueyes’ de la Cente no les importa la educación de nuestros hijos, a los padres de familia debería de importarles un carajo los de la Cente, ¿no es lógico?… qué les van a enseñar esa bola de $6%/%&”, concluyó.
“Ya me lo había dicho Pelameya hace tres meses, la ley de ‘causa y efecto’ funciona por todo el universo, es imposible que a la gente que tiene mala vibra le llegue la luz”. “¿Cuál luz?”, le pregunté a “Cocoy”. “La luz de la inteligencia, vaya, la luz que desapendeje”, repuso. “Mira, cuando la gente sólo busca vivir a costa de los demás, cuando manipula y engaña a otros para su beneficio, cuando es capaz de herir, de lastimar a alguien más débil es porque vibra en el terreno de la oscuridad, en el reino donde ‘las ligas’ te jalan pa’londo… Insisto, si a los de la Cente les importa poco la educación de nuestros niños, a los padres de familia deberían de importarles mucho menos los sátrapas de la Cente… que se metan los padres de familia a las escuelas, que ellos mismos les den clases, o que pidan ayuda a otros para salir adelante. Me cae que la luz les llegará”.
Se me hizo razonable la propuesta inesperada de “Cocoy”, sobre todo el comentario de su contacto extraterrestre, Pelameya, que se convirtió en su guía. “La ley de causa y efecto”, qué cierta es. Si los de la Cente son lo que son, es porque fueron carne de políticos corruptos que ahora no saben ni por donde agarrarlos.
Yo creo que “Cocoy” leyó mi pensamiento, porque soltó la carcajada y me recetó un tremendo ramazo de pirul en la nuca. “Vaya”, me dijo, “yo creo que le caes bien a Pelameya porque como que ya medio te ‘llega el agua al tinaco’”. Sonreí tímidamente sin hacer ningún comentario, porque el “pirulazo” que me acomodó hizo que viera estrellitas. “Ven la próxima semana a la casa, a lo mejor y Pelameya me permite que lo conozcas”.
La verdad, las palabras de “Cocoy” me llenaron de emoción. Espero con ansia infinita la próxima semana… me siento como candidato político tras “el hueso”, como Esparza con su sindicato, como piloto de Mexicana…