Dice Graco Ramírez, el megamediocre gobernador de Morelos: “Llegó la hora de la izquierda”. Yo creo que tiene razón porque con políticos izquierdistas como él, que ha permitido el aumento de la criminalidad y la impunidad en su estado, al igual que “el tibio” Mancera y Gabino Cué —uno en el defe y el otro en Oaxaca—, que han permitido la existencia y el mantenimiento de “fructíferas” empresas al estilo de la CNTE y el narcotráfico. Me cae que están logrando que “le llegue” la hora a la penosa izquierda mexicana, llegó la hora de que desaparezcan seudo-izquierdistas que tienen de izquierdistas lo que yo de tehuana.
La izquierda es inteligente y honesta, buscando siempre el bienestar de la sociedad: ¡TODA! No puedo imaginar una izquierda que base su poder en la creación de grupúsculos de choque y corrupción. Tampoco pude imaginar una izquierda cobarde, “tibia” y convenenciera que mantenga la conformación de grupúsculos que vivan del choque y la corrupción.
No puedo imaginar una izquierda con Bejar-anos, con “noroños” mañosos, manipuladores y corruptos. No, le tengo un gran respeto a quienes buscan el bienestar de la sociedad: ¡TODA! Por desgracia, los estados gobernados por ¿izquierdistas? distan mucho de desear algo que vaya más allá de su propio beneficio. ¿Con qué cara pueden criticar a los gobernadores y políticos de otros partidos? No marchen.
Si Graco Ramírez cree que la izquierda mediocre y podrida que practica es la que merece gobernar al país, está totalmente “loco de la cola”. El peligro que representan los actuales “filósofos” de la izquierda mexicana (de este estilo) radica en que ellos, al igual que lo hicieran el duce Mussolini y Hitler iniciaron sus historias manipulando a grupos anarquistas; con sus “Partido Socialista Italiano” y el Nacional Socialista, que diera nacimiento al partido Nazi.
Todos los dizque izquierdistas mexicanos enarbolan la bandera socialista. Me recuerdan a los picosos “chiles jalapeños rellenos”, se empalizan y se disfrazan de “dulce” y “amoroso” manjar, pero después, cuando salen, te arde no sólo la cola, sino hasta el alma y acabas arrepentido de haberte tragado su hipócrita dulzura… pregunten a los alemanes.
O la izquierda cambia y se convierte en una práctica honesta y verdaderamente social o, efectivamente, como dijo aquel, “ya le llegó su hora”.
“Cocoy” se fue de vacaciones. Me dijo que de paso iba ir al DF para ver si las huestes izquierdistas ya les dieron su dinerito a sus huestes, el CNTE y demás.