Entrampados por la verdad irrefutable de sus propios documentos, la Secretaría de Finanzas envió una carta aclaratoria para justificar el hecho de haber desviado recursos del Ramo 23 para la ampliación y remodelación del estadio Cuauthémoc, lo cual por ningún motivo puede considerarse como una contingencia económica.
La carta que hoy publicamos de manera íntegra en la edición de Intolerancia Diario refleja un sin fin de incongruencias, para lo cual me permitiré retomar algunos fragmentos de la misma.
En relación a su columna Contracara en la cual afirma “Desvían recursos federales para el Cuauhtémoc”, al respecto me permito precisar lo siguiente:
Es evidente el desconocimiento en cuanto a temas presupuestales, toda vez que los recursos federales de Contingencias Económicas se derivan del Ramo General 23 el cual es un Instrumento de política presupuestaria administrado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, como un subsidio que se otorga a las entidades federativas con la finalidad de impulsar la inversión en las mismas.
De acuerdo a la postura oficial, se cuestiona mi conocimiento sobre "temas presupuestales", explicándome que la partida para contingencias económicas provienen del Ramo 23, lo cual fue perfectamente explicado en la columna que originó la aclaratoria.
Pero lo más importante es que es la propia SFA la que explica que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público otorga ese subsidio con el fin de impulsar la inversión en los estados.
Y es ahí en donde debo preguntar: ¿En qué impulsa la ampliación y remodelación de un estadio de fútbol profesional la inversión para Puebla?
Seguramente los doctorados en Harvard Extension School los hacen ver cosas que al grueso de los poblanos nos parecen incomprensibles.
Por eso es que alguien debe explicar en qué diablos impulsa la inversión en Puebla la ampliación del Cuauhtémoc.
Yo entiendo que la construcción de un centro de convenciones, de un mercado, de una universidad o un parque industrial pueda impulsar la inversión.
Pero ¿ampliar un estadio donde juega un equipo propiedad de un particular y que además nunca se llena?
Y conste que no estoy haciendo otra cosa que utilizar las palabras utilizadas en la absurda carta aclaratoria que no sólo no aclara nada, sino que confirma el uso de un dinero público para fines que no justifican ninguna contingencia económica y mucho menos impulsan ningún tipo de inversión para el estado.
Pero la réplica de la Secretaría de Finanzas continúa diciendo:
"Asimismo, y de conformidad con la normativa aplicable me permito hacer énfasis en que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, autorizó los recursos para el proyecto mencionado previa presentación de la información y en cumplimiento de los trámites establecidos por dicha Secretaría federal.
Por lo antes expuesto, resulta inaplicable el término de “Desvío” empleado por usted en su columna, la cual mal informa a sus lectores desvirtuando el quehacer de este Gobierno, quien siempre se ha caracterizado por dar cabal cumplimento a las disposiciones normativas aplicables.
Según esta carta, la SHCP autorizó los recursos para este proyecto, previa presentación de la información y habiendo cumplido con los trámites establecidos.
Pues resulta que en la Secretaría de Finanzas deben ser magos, porque, de acuerdo con los oficios de la misma dependencia, fue el día 23 de septiembre cuando el titular de Infraestructura solicitó la suficiencia presupuestaria y ese mismo día Finanzas, a través del subsecretario Eduardo Tovilla, autorizó los recursos.
Sería bueno que explicaran cómo, cuándo y a qué hora les autorizó la Secretaría de Hacienda el proyecto, si en un mismo día de manera fast track Tovilla le autorizó los 688 millones de pesos.
Si dice Finanzas en su carta que "la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, autorizó los recursos para el proyecto mencionado previa presentación de la información y en cumplimiento de los trámites establecidos por dicha Secretaría federal", simplemente no concuerdan las fechas, ya que es materialmente imposible que ese mismo día la SHCP haya estudiado la viabilidad del proyecto y autorizado el uso de esos recursos.
Aquí alguien miente, y no soy yo.