Le preguntaron a un grupo de 200 campesinos de la zona central de Puebla sobre el rendimiento de maíz que esperaban obtener. Ninguno tenía una cifra, ninguno tenía una meta. Todos dependían del buen o mal año, de las condiciones naturales.
 
Si no hay una meta, no se puede definir qué hacer. Este ha sido uno de los aprendizajes más importantes que he tenido en el campo. Seguramente muchos lo saben, pero muy pocos lo aplican.
 
Si no se establece una meta de rendimiento no sabemos cuántas plantas poner. Cada 10 plantas hacen un kilogramo de grano. No se sabe cuánta semilla sembrar, cuánto fertilizante aplicar, previo análisis de suelo. No se sabe cuántos costales prever ni cuánto se va a invertir. Y si no se invierte es imposible ganar. Al igual que si no se arriesga, no se gana.
 
Por estos días vemos circular miles de mensajes de felicitación por la Navidad y el Año Nuevo. Feliz Navidad y Prospero Año Nuevo, decimos casi mecánicamente y quien no lo hace corre el riesgo de ser el ogro de las festividades decembrinas.
 
Casi 9 de cada 10 personas desean ser ricos, tener poder y ser famosos. El primer problema que enfrentan es ¿qué tan ricos? ¿Cuánto poder y para qué? Famosos, ¿cuánto y en qué? Estas han sido las preguntas más difíciles de responder y las razones de las más grandes frustraciones humanas.
 
Mucha gente vive sólo con propósitos y deseos. Que baje la gasolina, la electricidad y el diésel. Pero muy poquitos se asoman a conocer de las nuevas alternativas de energía como la solar, eólica, biogás y otros biocombustibles.
 
Deseo que no haya impuestos, que los créditos de los bancos sean sin intereses y que aumenten los precios de las cosechas. Pocos trabajamos en la reducción de costos de producción o en el desarrollo de nuestras capacidades para elevar la productividad y dejar de deteriorar los recursos naturales. Los precios no dependen de los productores. Si suben los precios, la gente compra menos.
 
Cuando uno voltea a los propósitos, las metas y deseos de Año Nuevo, se encuentra con casi las mismas desde hace varios años: tener un aumento de sueldo, encontrar un mejor trabajo, hacer ejercicio para bajar de peso, estudiar inglés, viajar. Pero no hay plazos para lograr lo deseado. Por eso aparecen año tras año los mismos propósitos.
 
Para el Año Nuevo, deseo que las personas de todas las edades, especialmente los niños y jóvenes, encuentren su vocación, identifiquen lo que más les gusta hacer, lo que más se les facilita, lo que más satisfacciones les deja y se dediquen a eso. No compitan contra nadie más que contra uno mismo. Esa es la fórmula más importante para destacar y desarrollarse.
 
También deseo que dejemos de dar poder a las circunstancias, porque eso nos resta mucho valor para enfrentar la vida. No es el tráfico, ni el frío, ni el calor, ni los vecinos, ni los baches, ni los malos o buenos gobiernos, ni los delincuentes, ni los precios, ni el dólar, ni los partidos políticos, ni el clima, lo que nos detiene para desarrollarnos.
 
Lo que en realidad ha detenido el progreso de los individuos es el desconocimiento de nuestros talentos y capacidades, es la actitud con la que asumimos las distintas situaciones que se dan en la vida, la falta de metas claras sobre lo que deseamos y necesitamos y un gran desconocimiento de lo que podemos.
 
Yo deseo que comprendamos en su justa dimensión la palabra mediocre y no nos ofendamos más con ella. Si bien se ha utilizado para minimizar y descalificar a alguien, en realidad significa que medio crees en tus capacidades. Alguien que medio cree, que ni el mismo cree en lo que es capaz de hacer y lograr. Para hacer algo, el primer convencido debe ser uno mismo, para poder transmitir confianza y seguridad.
 
Deseo que, de cara a las campañas electorales próximas, no se abuse de la necesidad de las personas, engañándolas con baratijas que ni piden ni necesitan. Que no se ofenda su inteligencia pretendiendo mostrar afecto o interés por su situación, cuando nunca lo hemos sentido.
 
Deseo que la congruencia de pensar y hacer sea recuperada y fortalecida y sirva para ayudar a la gente a establecer sus metas y a lograrlas. El éxito humano está en ayudar a otros a identificar y lograr sus metas. ¡¡Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo!!
 
@jimenezmerino