¡Oh! ¿Y ahora quién nos salvará? Diría el único chapulín creíble en el país. 
Así es, lector, lectora querida, puedo asegurarte que los “chapulines” políticos son prácticamente una especie en extinción, porque van a tener que mostrar una gran inteligencia y vocación de servicio (que no tienen) para que la gente no se sienta traicionada y utilizada por un matalote que es incapaz de cumplir con la chamba para lo que fue elegido. 
Obviamente la culpa no la tiene el “matalote” sino el que lo hace compadre. La culpa la tenemos los ciudadanos por aceptar que este tipo de situaciones. No podemos seguir votando por los mugrosos partidos dizque políticos, que alientan este tipo de acciones. 
Hacerlo es fomentar la corrupción, es admitir que somos una bola de agachones “valemadristas” que les estamos heredando a nuestros hijos un cáncer cruel e injusto. 
Si, lector querido. Estos cuates existen porque nosotros lo hemos permitido, porque nosotros hemos solapado a sus partidos, porque nosotros solapamos con nuestra actitud y nuestro silencio la corrupción política que hoy padecemos. Yo se que se siente uno impotente, solo y desarmado, pero no debemos perder la consciencia de que si ellos, los políticos y los burócratas corruptos, tienen lo que tienen es porque nosotros se los hemos dado: está en nosotros quitárselos.
Di lo que te molesta, utiliza las redes sociales, coméntalo con tus cuates, no te calles. Con tu familia, con quien puedas… pareciera que es muy poco, pero no es así. Ellos, los corruptos y sus partidos, tienen que dejar de creer que somos un bonche de idiotas sumisos con los que pueden hacer lo que quieran. 
No heredes un cáncer, somos millones de habitantes, millones de personas como tú, habla, cementa, dí. Aunque no lo creas todavía existen dos o tres políticos que valen la pena. Piensa, no estás solo. El Chapulín Colorado es el único chapulín que nunca dejaba una “misión” sin cumplir. 
Los “chapulines” políticos debe terminar igual que los de Oaxaca: en el comal y de botana.