Después de que se desplomó el montaje y la farsa morenovallista para evadir su responsabilidad sobre la brutal represión a los habitantes de San Bernardino Chachihuapan.
El gobierno estatal se aferró a defender a sus altos mandos policiacos que aplicaron sin piedad la #LeyBala. 
Entre los protegidos del morenovallismo estaba Marco Antonio Estrada López, que en ese entonces fungía como Jefe de Operaciones Especiales de la Secretaría de Seguridad Pública.
Y que de acuerdo a las investigaciones periciales y las de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos Estrada López, coordinó el brutal operativo policiaco en contra de los habitantes de Chalchihuapan —desalojo en el que falleció José Luis Alberto Tlehuatle Tamayo de 13 años al golpearle la cabeza con un proyectil lanzado por la policía—.
El morenovallismo en su afán de conservar una imagen impoluta, protegió al policía represor. Y no sólo eso, otro de los responsables directos de la brutalidad policiaca:Facundo Rosas Rosas, en su calidad de secretario de Seguridad Pública lo premio.
Después de la violenta represión de Chalchihuapan, el morenovallismo premió a Estrada López. El 25 de septiembre, dos meses y medio después del brutal operativo policiaco, el secretario de Seguridad Pública, Facundo Rosas, ascendió a Marco Antonio Estrada López como director de la Policía Estatal Preventiva (PEP).
A partir de ahí, el funcionario de marras se sintió protegido y todo poderoso. Intocable.
Ayer personal del Ejército Mexicano lo detuvo junto con el jefe del Grupo de Operaciones Especiales de la Policía Estatal Preventiva (Goes), Tomás Méndez Lozano, por el presunto delito de robo de combustible a Petróleos Mexicanos.
De acuerdo con versiones periodísticas, Estrada López, amenazó a los elementos militares si no lo dejaban en libertad y presumió el cargo que ocupa dentro del gobierno de Rafael Moreno Valle. 
Sin embargo, para los militares esas amenazas no funcionaron y las identificaciones junto con las armas y la patrulla en la que se transportaban el combustible ilegal quedaron también a disposición de la PGR.
Así como lo lee usted: las patrullas morenovallistas se utilizan la robar combustible de los ductos de Pemex.
Ver para creer.
Una vez más este policía golpea la imagen del señor de los cerros, ahora con actos de corrupción.
Si el morenovallismo lo hubiera despedido por los hechos violentos de Chalchihuapan pero no lo hizo por cuestiones mediáticas y hoy tendrá que enfrentar la crítica en los medios nacionales.
Pero como los hubiera no existen, el Señor de los Cerros en el pecado lleva la penitencia.