Ya “chupó faros” la mitad del año y esto sigue moviéndose p´a lo hondo. Me “cae” que sí le han hecho honor a su slogan “Moviendo a México”, la bronca es que si seguimos moviendo a México así, vamos a cerrar el año al estilo griego…Eso si, el petróleo es nuestro.
Si hubiéramos permitido inversión privada en el petróleo hace diez o doce años, ahorita no estaríamos pariendo chayotes. Pero todavía resuenan en mis oídos los gritos cardenistas, los de los “peje” y sobre todo los de Pablito Gómez que, rasgándose las vestiduras  amenazaba con cortarse la yugular con un elote si dejábamos de ordeñar a Pemex para convertirlo en un negocio rentable para el país —cuando la producción de petróleo era un buen negocio—. 
Hoy “Pablín guarda silencio, porque gracias a él y sus secuaces, nos abrimos al negocio del petróleo cuando ya no es negocio para nadie…Peo eso sí; el petróleo y las méndigas deudas que tiene, son nuestras.
Esas banderas de patriotismo no las entiendo. No entiendo eso de hacer mierda a un país para que las cosas cambien, al estilo del Maduro Nico; no lo entiendo.
Es como si el techo de mi casa tuviese goteras, a la ventana le hiciera falta un vidrio y las cerraduras de las puertas no funcionasen, y en lugar de cambiar y arreglar lo que haga falta, arranco la casa completa y la reconstruyocon material de desperdicio, porque me acabe la lana en informar a todo el mundo mis desgracias.
A propósito de desgracias, ahora que estamos haciendo tanta propaganda para Puebla y anexas, sería padrísimo que el gobierno inventara un concurso, por ejemplo: El concurso de  “Encuéntralo y gana”. El juego de habilidad consiste en que encuentres a un policía (fuera del Centro de la ciudad). O “Gánate una VUELTA EN LA RUEDA DE LA FORTUNA “si descubres a algún agente de tránsito en cualquiera de los nudos de tráfico que se forman en la ciudad o en Cholula.
Aunque, pensándolo bien, lo que sería un éxito, sería crear un concurso de habilidad automotriz, por ejemplo: “Deja la suspensión en el bache” o, “el premio al “rhin” más doblado” o “el que logre atravesar la lateral de la Recta sin tocar un bache…En fin, no se cómo hemos logrado llegar hasta aquí (ni qué hicimos para merecer esto)