El pavor empieza a paralizar al morenovallismo, al grado de que los diputados panistas y sus cómplices del PRI se asustaron con el petate del muerto, como coloquialmente se dice.
Se han empeñado en poner candidatos, incluso, exigir requisitos que van en contra de los derechos políticos de los ciudadanos, como si en Puebla existieran varios Broncos, listos para arrebatarle el poder al Señor de los Cerros.
Es tal su miedo que los diputados morenovallistas ya sólo actúan en automático, sin análisis y mucho menos conocimiento de la política poblana.
¿Para qué tantos requisitos para registrar una candidatura independiente y ciudadana?
Si no hay liderazgos en la sociedad poblana del nivel del Bronco. En la actualidad, las figuras ciudadanas carecen de la fuerza suficiente para ganar las elecciones estatales.
Los políticos resentidos de otros partidos no tienen la capacidad para aglutinar la creciente informidad social en contra del gobierno de Moreno Valle.
Una candidatura independiente no se puede construir en meses, para lograrlo es necesaria una serie de factores que en estos momentos no existen en la entidad.
Salvó la creciente inconformidad en contra del morenovallismo. Los llamados candidatos independientes no tienen dinero para encabezar una campaña ganadora que rompa la lucha que protagonizará el PRI y el PAN morenovallista y sus aliados.
Los candidatos independientes en estos momentos tampoco tienen una estructura a nivel estatal. Se requiere de organización y los actuales aspirantes ciudadanos no han podido ni ganar la elección a un distrito electoral. Su capacidad de convocatoria es limitada.
Y mucho menos existe un hombre o mujer con el carisma suficiente como para cautivar a las masas de electores que arrebaten el poder a los partidos políticos.
Bajo este escenario para qué tanto salto de los diputados morenovallistas, si el suelo está más que parejo.
Si los estrategas morenovallista tuvieran calma, análisis y conocimiento de la política poblana se hubieran evitado el escándalo mediático en el que están metidos.
Ahora que están acorralados por los medios nacionales tendrán que buscar una salida digna para no sacudirse la etiqueta de antidemocráticos, calificativo que no ayuda en nada a un político que aspira a ser presidente de la República.
Veremos con salen los flamantes diputados morenovallistas.