No hay excusas ni pretextos. El Señor de los Cerros es el único culpable del fracaso del proyecto aliancista.
Rafael es víctima de todos los excesos cometidos durante cinco años. Hoy nadie, ni los que fueron sus aliados, creen en él.
En las elecciones de 2010 prometió un gobierno de coalición donde se incluirá a cuadros de los partidos que participaron en la alianza multicolor.
Al final el PRD fue el gran perdedor de ese matrimonio por conveniencia. Las posiciones del primer círculo del gobierno estatal fueron para los amigos del Señor de los Cerros.
Ahora que buscaba una vez más aliarse simplemente los del PRD se vendieron muy caro, para evitar que una vez más fueron utilizados.
Moreno Valle es el culpable de la pésima operación política para concretar la alianza. En lugar de enviar a un operador de categoría, con conocimiento de las tribus y capacidad de negociación, permitió que inexperto “Benito Bodoque” llevara las negociaciones.
Al aprendiz de operador político simplemente se le reventó la bomba en las manos. No fue capaz de negociar con las tribus.
Moreno Valle es culpable del fracaso aliancista porque confió en Luis Maldonado y su supuesta influencia en el PRD nacional.
Quedó demostrada que Maldonado es un cero a la izquierda en el perredismo nacional. No tiene capacidad de negociación y mucho menos la fuerza suficiente para imponerse a las decisiones de las tribus.
El Señor de los Cerros es el culpable de que no se haya concretado la alianza PAN-PRD porque no permitió que los verdaderos conocedores de la realidad política de Puebla lo manejaran.
Si las negociaciones de la alianza PAN-PRD hubiese dependido únicamente de Tony Gali, seguramente se hubiera logrado, pero las afrentas del Señor de los Cerros terminaron imponiéndose.
Hoy queda claro que el único camino para Gali es pintar su raya y volar con alas propias. Sus posibilidades de triunfo dependendirectamente de que la percepción social confíe en él y no que dependa directamente del gobernador. En esa medida crecerán sus expectativas de triunfo.
¿Lo entenderá Rafael?
Veremos y diremos.
Contracara