Primero fue en Acción Nacional donde iniciaron los golpes contra el gobernador, quitándole a su operador político de la vicecoordinación en San Lázaro.
Sin duda, un certero embate político que cimbró al morenovallismo, al grado que fue necesario quemar un cartucho contra Anaya, detonando el tema del gasto por tener viviendo a su familia en el extranjero.
En el equipo de Ricardo Anaya no hay dudas sobre la autoría de esta filtración, la cual representa una nueva declaratoria de guerra.
El problema para Moreno Valle crece cuando otros de sus supuestos aliados empiezan a abandonar el barco.
Esta vez, la puñalada por la espalda llegó del Partido de la Revolución Democrática, donde uno de sus aliados fue quien presentó la queja ante el INE por la publicidad de la revista Líderes Mexicanos.
Apenas el 22 de octubre Jesús Zambrano, líder de Nueva Izquierda, y Guadalupe Acosta Naranjo manifestaron que iban a operar a favor de Rafael, jurando lealtad incondicional hacia el suspirante poblano.
Pese a esta promesa, la queja ante el INE demuestra que en el PRD solo están utilizando al gobernador.
Qué mejor muestra que el hecho de que el recurso para que fuera retirada la publicidad morenovallista en la revista Líderes Mexicanos está firmado precisamente por Guadalupe Acosta Naranjo, representante del sol azteca ante los órganos electorales, y supuestos aliados del gobernador de Puebla.
Pero el asunto va más allá. En la integración del expediente, Acosta Naranjo, líder del grupo “Galileos”, utilizó para que tuviera mayor fuerza la queja que había interpuesto la presidenta estatal del PRD, Socorro Quezada Tiempo, enemiga actual del ejecutivo.
Además, hay que destacar que en el grupo “Galileos” hay una figura representativa del morenovallismo que es Miguel Ángel de la Rosa Esparza, quien supuestamente opera en favor de la alianza que le pudiera abrir la puerta a Rafael.
Con la puñalada que le dieron en el PRD, queda claro que Luis Maldonado no es nadie a nivel nacional, ya que el operador morenovallista sabía que se presentaría la queja y fue incapaz de detenerla para proteger a su jefe, quien por cierto ahora sale a declarar que se está atentando contra la libertad de expresión al ordenar el retiro de la propaganda.
Así las cosas, es evidente que las fuerzas nacionales empiezan sus acomodos rumbo a 2018 y que en estos escenarios no entra ni con calzador la figura de Moreno Valle.
De lo que puede estar seguro el gobernador de Puebla es que las más altas traiciones están por venir.
Ya lo verán.
El burro hablando de orejas
Ahora resulta que el retiro de la propaganda morenovallista, vía la revista Líderes Mexicanos, es un atentado contra la libertad de expresión.
El que las hace no las consiente. En los seis años que el Señor de los Cerros gobernó Puebla, pisoteó una y otra vez la libertad de expresión, persiguió a medios de comunicación contrarios a su visión y encarceló a todos aquellos activista que contradijeran sus políticas.
Y ahora se queja de que es víctima de un atentando a la libertad de expresión.
Ver para creer.