Eran las 21 horas, sintonicé el canal Paramount Chanel en el 1415 de Sky y por enésima vez me enganché con El Amor en los Tiempos del Cólera.
Sin saberlo, estaba a unos cuantos minutos de ser testigo de la nueva violación a la Ley Electoral de parte del Señor de Los Cerros.
En el primer corte comercial apareció una cápsula para promocionar el reconocimiento que la UNAM a través de la Medalla al Mérito le entregó a Rafael Moreno Valle Suárez, papá del gobernador poblano.
Cuando menos, 80 por ciento del tiempo que dura esta cápsula aparece en primer plano Rafael Jr., y en gráficos siempre en pantalla el nombre común de padre e hijo: Rafael Moreno Valle.
Nadie puede ser tan inocente como para no darse cuenta que es un publirreportaje para posicionar el apellido del suspirante presidencial.
Pero lo más grave del asunto es que la UNAM preste su nombre para que el hijo del presidente de su fundación lucre políticamente con el prestigio de la máxima casa de estudios.
Con el trago amargo, seguí viendo la versión fílmica de la obra de García Márquez, sin sospechar que en el corte siguiente vendría otra cápsula morenovallista, aunque ésta fue todavía más burda y cínica, al promocionar abiertamente la supuesta transformación de Puebla en el área de la salud.
Tres minutos con Moreno Valle inaugurando hospitales y presumiendo los avances de su gobierno en esa y otras áreas.
Evidentemente no hablan de la falta de médicos y equipo, que tienen convertidos en elefantes blancos a la mayoría de estos edificios.
Sin duda, la de la UNAM indigna por prostituir a la máxima casa de estudios, pero la cápsula de salud sí viola flagrantemente la Ley Electoral.
En esa lógica, si partimos de la base de que hace apenas una semana el INE le bajó a Rafael los espectaculares de su campaña en la revista Líderes Mexicanos; ahora tenemos una doble violación a través de los canales de la televisión de paga.
Es decir, que tenemos a una especie de violador de la Ley Electoral, con conductas reincidentes.
Y como sabe que no pasa nada y que la autoridad electoral solo le baja sus campañas, pues arma otra y listo.
Esto me recordó a los criminales seriales que repiten sin recato sus conductas, sabiendo que la autoridad es un cero a la izquierda.
Hay que tener muy presente que la conducta delincuencial —según los especialistas en criminología—, puede estar sujeta a la convicción del sujeto activo, de que no será castigado.
La impunidad activa la mente delictiva y acelera la comisión de conductas ilícitas, bajo la premisa de que no habrá una sanción coercitiva en contra del infractor.
Si la doctrina la trasladamos a la conducta repetitiva de Moreno Valle, podemos concluir que es mientras sepa que la autoridad electoral no lo va a sancionar, seguiremos padeciendo las fechorías de este "delincuente" electoral.
Estamos ante un violador —de la Ley Electoral— en serie.
Ni más, ni menos.