En unos cuantos días empezará agosto; me dan “ñañaras” nomás de pensarlo. No me preguntes por qué, pero presiento que ha iniciado un cambio radical en este planeta que hemos convertido en un basurero cósmico monumental, en donde la violencia se ha desatado más allá de lo imaginable.
Para aquellos que ya peinamos tres o cuatro pelos que las nieves del tiempo blanquearon (como dice la canción) nos cuesta trabajo aceptar tales niveles de deshumanización en el mundo entero.
La belleza y la tranquilidad son conceptos inimaginables. La gloriosa medianía ya es sinónimo de fracaso y de mediocridad. La lucha por el poder, el oro y el dizque éxito, no solo se ha cargado al hombre, también se han llevado entre las patas el equilibrio de la vida en el planeta.
Así es lectora, lector querido, agosto y septiembre serán meses de agarrapollos, según mis informantes que, por cierto no son de la CIA, ni del Departamento de Inteligencia de Puebla…
Por si las recanijas dudas, lector querido, trata de mantenerte en paz , no compres broncas y encomiéndate al Señor de las Maravillas o ya de perdida, a el angelito de la guarda que lee tus pensamientos y el de los de los políticos de la región… sobre todo en estos meses por venir.
Si me falla prometo dedicarme a hacer memelas en el Parián, venderlas vestido de tehuana, de 6 de la tarde a 8 de la noche.