Lo dicho, la encuesta de Morena es un fraude para que el dedo lopezobradorista imponga a quien se les ocurra.
De entrada, la supuesta encuesta no incluyó a Alejandro Armenta y decidieron que fueran Luis Miguel Barbosa y Enrique Cárdenas los que jugaran esta ruleta rusa.
En este juego sucio, similar al que Monreal y Sheinbaum escenificaron en la CDMX, Morena armó un nuevo teatro en Puebla, en el que los tres personajes definidos por el Comité Directivo Estatal del partido lopezobradorista fueron la comparsa para que se sumarán los perfiles de los que a la postre saldría el candidato.
En este esquema, Morena tomó la decisión de llevar a la final a Barbosa y Cárdenas, de entre quienes saldrá el abanderado de este partido.
Sin Armenta en la puja, Morena parece decidido a cargarle el peso de la elección gubernamental a López Obrador, pese a que el mismo líder y dueño del partido había dicho que no cargaría con ningún candidato.
Pese a que la tendencia de los opinadores políticos se inclina en que será Cárdenas el ungido, la realidad es que Luis Miguel parece estar más vivo que nunca, con claras posibilidades de ser el candidato.
Al margen de que sea Barbosa o Cárdenas, lo que es evidente es que el partido que se postula como el gran impulsor de la democracia en México, es el promotor de la nueva política del dedazo.
Y pensar que son los grandes críticos de los procesos de elección de candidatos en el PRI y el PAN.
Todos son la misma basura.
Con la designación que conoceremos en los próximos días, les confirmaré mi teoría.
Aquí un fragmento de una reciente columna:
Contracara 12 octubre 2017:
El método siniestro de Morena
Cuando creíamos que en materia electoral ya lo habíamos visto todo, y que los priistas ya habían agotado todas las argucias disponibles para hacer y deshacer al interior de su partido, apareció AMLO y nos demostró que los magos de la alquimia política eran unos aprendices a su lado.
Para evadir los controles de la ley y poder hacer campaña sin incurrir en actos anticipados de campaña y disfrazar el dedazo, AMLO creó la figura de los Promotores de la Soberanía Nacional. Al ser observado por el INE, sólo le cambió el nombre y de Promotores de la Soberanía Nacional, pasaron a ser Coordinadores de Organización, que para fines reales, son candidatos disfrazados.
Pero la estrategia macabra no queda ahí, ya que para la designación de los Coordinadores, se propuso un método que a primera vista parece democrático.
Cada Comité Estatal propone a tres aspirantes y el nacional suma dos.
Los cinco son encuestados y el mejor posicionado es el Coordinador y virtual candidato a gobernador.
Sin embargo, la trampa es muy sencilla. Nadie sabe nada de la encuestadora. Todos deben confiar en AMLO, quien es el único que conoce al supuesto encuestador, quien le entrega los "resultados" y de ahí él decide quién es el vencedor.
Quienes entienden de esto, saben que para levantar estudios demoscópicos en todo el país, para sacar candidatos a gobernadores, alcaldes y diputados, se requiere de un ejército de encuestadores experimentados, los cuales se pelean las empresas cada vez que necesitan trabajar en campo.
En pocas palabras, es materialmente imposible que exista una encuestadora de Morena, para poder realizar estos estudios.
Es evidente que la única encuesta existente es la que vive en la mente de López Obrador, quien decide a través del mismo método que conoció desde sus tiempos de priista: lo que diga su dedito.
De ahí que lo de Puebla sea —al igual que en el resto del país— un absoluto misterio.
Hace dos días se insistió que Enrique Cárdenas había sido bajado del carro, para subir a Barbosa.
El martes por la noche se les informó a algunos consejeros que el que había sido excluido era Alejandro Armenta y que la resolución favorecería a Cárdenas; y que ésta se notificaría oficialmente la tarde de este jueves.
Y por la tarde de ayer, gente cercana a Barbosa juraba que era cuestión de días para que su jefe fuera designado Coordinador.
En esa confusión, mientras unos dicen que la encuesta se levantó la semana pasada, otros dicen que será la semana que viene cuando arribe a Puebla la encuestadora fantasma de MORENA.
Me fascina su inocencia.
Dándole un seguimiento serio a las cosas, me queda claro que a eso juega AMLO y que en medio de ese engaño, él definirá al que más le convenga.
Sin duda, este método macabro rebasa el cínico dedazo tricolor y el proceso controlado blanquiazul; en MORENA se construye la nueva "democracia perfecta".
Que conste que se los dije.