La desesperación invade al equipo de Paola Migoya, que busca a toda costa convertirse en la abanderada de Morena a la presidencia municipal de Puebla.
Tal es la exasperación que ha emprendido una guerra sucia en contra de las demás aspirantes del partido que encabeza Andrés Manuel López Obrador.
Han propagado el rumor de que ya se sumaron a su proyecto otros suspirantes y envían correos electrónicos para denunciar presuntos actos de corrupción.
De acuerdo con la información que se filtró de la encuesta para definir a la coordinadora estatal, que no es otra cosa que la aspirante al Senado, que favoreció a Nancy de la Sierra, Paola Migoya quedó en el último lugar de las cinco mujeres que fueron medidas en la encuesta.
Como parte de la guerra sucia se envió un correo electrónico a través de lo que se presume es un pasquín digital, llamado “La política es primero” —por cierto, algunos señalan que por ese medio se presentan los llamados orejas de Gobernación a las conferencias de prensa—, ahí se muestra una supuesta documentación en la que se señala que Claudia Rivera Vivanco fue sancionada por uso indebido de recursos federales.
Al leer los documentos sólo se habla de una amonestación, pero nunca de una inhabilitación en contra de la psicóloga.
Pero ese no fue el único, hay otro mensaje enviado por a través del correo fuerzayunióndelpueblo@gmail.com donde asegura que Rosa Márquez, activista de izquierda y seguidora de AMLO apoyó a Paola Migoya.
Acompaña la nota con un video donde aparece Márquez y Migoya; sin embargo, por las expresiones la experredista jamás hace una declaración a favor de la suspirante de Morena. La grabación fue realizada sin la autorización de Márquez, ya que la filman de espaldas y el audio es inaudible.
Vaya, el video fue tomado desde una mesa alejada, utilizando las prácticas burdas de espionaje
El equipo de la aspirante al parecer está cayendo en lo que tanto ha criticado Morena, la guerra sucia, y esto quizá le salga caro a quien se dice luchadora social, pero que nadie conoce en Puebla.
Veremos y diremos.