Un serio problema al que se enfrentará el muy factible gobierno de Luis Miguel Barbosa, radica en la ignorancia e incapacidad de muchos de los militantes de ese partido, quienes gracias a su oportunismo y a las ocurrencias en la forma de reclutar seguidores, han creado un Frankenstein incontrolable llamado Morena.

Puebla puede ser el reflejo de lo que hoy padecemos a nivel nacional, en donde personajes cómo Yeidckol Polevnsky, Jiménez Espriú, Jesusa Rodríguez, Fernández Noroña, Miguel Torruco como parte de una interminable lista, en nada ayudan a atenuar las crisis de su presidente.

En Puebla, un primer ejemplo lo tuvimos con la diputada Nayeli Salvatori, quien gracias a su peculiar mezcla de ignorancia e imprudencia, encendió la alarma electoral, al pedir abiertamente en sus cuentas de redes sociales ayuda para conseguir camiones para acarrear “banda” para el arranque de campaña del candidato de Morena.

Textualmente escribió en su muro de Facebook:

Así como usted lo lee. La diputada federal utilizando Facebook para hacer público un acto de acarreo, al más puro estilo del viejo tricolor.

Por increíble que parezca, Luis Miguel Barbosa, con una ventaja que prácticamente duplica a sus contrincantes, tiene a sus peores enemigos viviendo en casa.

Mucho cuidado deberá tener Luis Miguel Barbosa para que no le estallen problemas provocados por los muchos ignorantes con iniciativa que buscan congratularse con él, en esa vieja práctica política de gran arraigo nacional llamada lambisconería.

Y el riesgo es grande, porque en Puebla, pululan las Nayelis.

Es su naturaleza.

Vuelven los animalistas radicales

Ayer la diputada Cristina Tello presentó un exhorto al gobierno estatal y la Secretaría de Salud para la creación de Centros de Atención Animal, a partir de los cuales se erradiquen los problemas de sobrepoblación de perros y gatos en los municipios mediante esterilización, vacunación y en su caso eutanasia.

De inmediato comenzaron los ataques de los grupos radicales llamándola #LadyMataPerros, sin analizar el verdadero problema que representan los perros callejeros.

Lamentablemente, la humanización de los animales que genera millonarias ganancias a las empresas trasnacionales de alimentos y de la moda, han generado que haya un sentimiento de culpabilidad al sacrificar un animal, minimizando cuando una jauría de la periferia ataca a una persona. Hay casos documentados de niños mutilados, desfigurados y muertos por los perros callejeros.

El control de la fauna no debe asustar a nadie, simplemente se trata de atender un problema de salud pública.

Pero lo más grave de todo, es esa tendencia de humanizar a los animales, que ha llevado a estos grupos radicales a externar su repudio a la película Dumbo, en donde acusan a Disney de difundir una “percepción negativa” de que el orejón elefantito es feliz en un circo.

A ese paso, no tardarán en pedir que no se mate a las ratas, pulgas y cucarachas porque son criaturitas del señor con emociones y sentimientos.

Ver para creer.