En medio de la polarización que vive el estado por los problemas de inseguridad y la tensión generada por el reciente proceso electoral, José Juan Espinosa quiso desviar la atención y presentar una iniciativa para reformar la Constitución del Estado de Puebla a fin de que la marihuana pueda tener un uso médico, terapéutico y lúdico.

Evidentemente, la iniciativa no es otra cosa que una medida desesperada para tender una cortina de humo, sabiendo que sus 39 compañeros votarían para quitarles todas las comisiones a él y a Héctor Alonso Granados.

Les anticipo que por obvias razones la iniciativa no va a prosperar ya que para su aprobación se requeriría de una mayoría calificada en el Pleno y hay que recordar que JJ fue destituido de la presidencia de la Mesa Directiva con 39 de los 41 votos de los diputados, además de que ayer se le expulsó de todas las comisiones importantes de las que formaba parte.

¿Se imaginan? Si en un caso remoto se aprobara la iniciativa y JJ fuera de los beneficiados con el uso lúdico de la marihuana, si así los legisladores de todos los partidos no lo toleran, ahora “quemándole las patas al diablo”, menos.

Y aclaro que para mí el tema de la legalización de la marihuana me resulta debatible con sus pros y contras; pero lo que me parece inaceptable es que en medio de su propia crisis política, José Juan quiera pasarse de listo con esta iniciativa, buscando cambiar el sentido de los reflectores que lo apuntan y en donde se observa la imagen de un diputado débil y desolado, víctima de sus propios excesos.

Por cierto ayer ya dio la cara Héctor Alonso Granados, burlándose de quienes lo destituyeron ya que dijo lo hicieron más famoso, pero el bufón poco pudo sonreír ya que le pegaron donde más le duele, le quitaron la presidencia de la Comisión de Seguridad en el Congreso, en donde no lo dejaron ni como vocal.

Con la salida de José Juan y Héctor Alonso de la Mesa Directiva, el Congreso huele a limpio, ya que ambos personajes generaron que en ‪las tres últimas sesiones que presidieron se abordaran sólo 15 puntos en total, su mal manejo de la sesiones llevó a suspenderlas dejando pendientes en cada una cerca de 25 puntos.

Ayer en la sesión de bautizo de María del Carmen Cabrera Camacho, fueron 34 los puntos abordados en cinco horas y hasta se dieron tiempo para leer las efemérides de junio.

Y ya que hablábamos de vicios, uno de los que padece JJ es el ocio de buscar culpables para todas sus desgracias.

Y cómo seguramente está vez no será la excepción, voy a evitarle esa tarea y le diré que el único culpable de su debacle política lo puede encontrar en el primer espejo a su alcance.

Ahí vive el único causante de todos sus males. No hay otro. Ese es su verdadero enemigo.

Ni más, ni menos.